El océano se comprime entre las paredes del Museo do Mar de Noia

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

marcos creo

La sala cuenta con una nueva reliquia: un motor O Forte de los años sesenta

22 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Entre huesos de ballena, aparejos de pesca y maquetas de barco luce en el Museo do Mar de Noia una nueva reliquia. Se trata de un motor marino de la marca O Forte, fabricado entre los años 1959 y 1969. Un tesoro de coleccionista que estaba destinado a quedarse en la villa. Y es que tal y como explicó Félix González, responsable de la sala de exposiciones, la bajamar trajo un día, como por arte de magia, esta máquina a la playa de San Cosme.

Pesa nada menos que 160 kilos, pero el motor ha sido restaurado por los hermanos Juan y Martín Hermo Barreiro. En esta difícil tarea también contaron con la colaboración de responsables del museo. Fue un año de trabajo que ha dado sus frutos. La alegría desbordaba ayer en el Museo do Mar al poder presentar a los vecinos esta nueva pieza que es todo un orgullo para Noia.

El alcalde, Rafael García Guerreo, quiso estar presente en el acto y mostró su apoyo a los responsables de la asociación cultural Mar de Noia, que lucharon con uñas y dientes para que un museo pudiera albergar toda la inmensidad del mar.

Un gran hallazgo

Félix González recuerda que de la marca O Forte había un total de 43 motores, tres de siete caballos y el resto de cuatro. Los primeros se daban por desaparecidos hasta que se encontró en la playa de San Cosme esta pieza, ahora de museo y que podrán contemplar quienes se acerquen a las instalaciones. Desde que abrió sus puertas -hace algo más de dos años- por esta sala de exposiciones han pasado alrededor de 70.000 personas. Se trata de un lugar que despierta pasiones entre los alumnos llegados de toda Galicia, sobre todo entre los de interior que no están acostumbrados a ver estas piezas que parecen recién sacadas del océano.