Hace diez años que los vecinos iniciaron los trámites para dotar de más nichos a esta parroquia muradana
04 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los vecinos de Santiago de Tal podrán ver ampliado su cementerio parroquial después de que una nueva comisión de interesados en disponer de panteones hiciera los trámites precisos para conseguir autorización para la obra. La buena disposición del arzobispado y el permiso del Concello de Muros para emprender la actuación facilitan las cosas para que, tras una larga espera, al fin se pueda llevar a cabo esta demanda vecinal.
Hace más de una década que se detectó la necesidad de ampliar el camposanto. En un principio se inscribieron cerca de ochenta interesados en disponer de nuevos panteones, y, por ello, se creó una asociación con el fin de emprender la construcción de un nuevo camposanto, o ampliar el recinto existente. Una serie de obstáculos imposibilitaron la ejecución de la obra.
Una nueva entidad
Pero, como la necesidad de nuevos nichos persistía en la parroquia, este mismo año se creó una nueva entidad, cuyo único fin era el de ampliar el cementerio actual. Para ello, contactaron con los propietarios de una parcela colindante al camposanto, con el fin de adquirirla, encargaron la elaboración de un anteproyecto, y mantuvieron sucesivos contactos con el Concello, los dirigentes eclesiásticos, y con otros organismos implicados en la autorización.
El martes se celebró en la parroquia una asamblea en la que se informó de cómo están las cosas. Se dijo que, tanto los propietarios de la parcela afectada como la comunidad de montes no ponen obstáculos para que se ejecute, aunque será necesario adquirir previamente la finca de titularidad privada.
Se acordó que, quienes quieran disponer de un panteón en Tal, deberán depositar en la oficina de NGB de Esteiro la cantidad de 500 euros, durante este mes. Ese dinero se destinará a la compra de la parcela.
Las mariscadoras de O Pindo miraban ayer al cielo con preocupación. Aunque la Xunta comenzó unos trabajos para intentar que la ceniza acumulada durante el incendio que arrasó el emblemático monte no llegue a los bancos naturales, las productoras ven difícil que su pan se salve: «Se chove como hoxe [por ayer] vai ser moi difícil que non teñamos riadas. Ardeu moito, hai moitísima madeira queimada e posiblemente haberá arrastres, e a nós en Caldebarcos pásanos o río polo medio da praia», señalaba la presidenta del colectivo.
En O Pindo hay un total de doce mariscadoras, siete personas que se dedican a la miñoca y otras once que viven del percebe. Todas ellas, al igual que el marisqueo de Lira, ven amenazada su economía por la ceniza acumulada en el incendio. Los operarios de la Xunta iniciaron trabajos en varios regatos para evitar los arrastres, pero en las tierras carnotanas nada está tranquilo.
Mejor lo llevan en Noia, donde aunque también hay temor a que llegue ceniza al Tambre por un incendio que hubo en Negreira, las primeras lluvias no ocasionaron problemas.