En algún concello se alcanzaron rachas de viento de más de 100 kilómetros por hora
04 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Tras un verano especialmente caluroso, el otoño ha llegado a la comarca, y lo ha hecho además recordando a esos días de crudo invierno en los que parece que no exista el sol. Del encapotado cielo barbanzano cayeron ayer varios chaparrones en los que se recogieron hasta 36 litros de lluvia por metro cuadrado en unas horas.
Aunque por la tarde la situación se calmó, por la mañana se vivió un auténtico temporal que activó la alerta amarilla en la costa y mantuvo amarrada a la flora arousana. La situación no era para menos, ya que, además de las intensas precipitaciones registradas, el pequeño diluvio vivido venía acompañado además de fuertes ráfagas de viento, como las registradas en Corrubedo, donde superaron los 74 kilómetros por hora. Aunque la mayor racha se produjo en la estación meteorológica de Lousame, donde se alcanzaron los 110 kilómetros por hora.
Sin incidentes
Pese a las intensas precipitaciones de la mañana de ayer, que se habían iniciado ya la noche anterior, no fue la jornada más lluviosa del recién estrenado otoño. Los setenta litros por metro cuadrado recogidos en las tres estaciones que Meteogalicia tiene en la comarca se quedan por detrás de los casi noventa que se registraron el pasado sábado.
Con todo, la cantidad de agua caída no es en absoluto desdeñable y obligó a los servicios municipales a estar atentos ante posibles contingencias. En Boiro, por ejemplo, se dedicaron a levantar y limpiar las arquetas para evitar desbordamientos.