El barrio de Deán se engalanó para celebrar una fiesta que cumplió los 65
14 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Las vírgenes no soplan velas, pero si lo hicieran, la de Os Remedios de Deán estaría ya entrando en la jubilación. Ayer se celebró una nueva edición de la tradicional romería en su honor -dicen que la más antigua de Ribeira-, y son ya 65 las que llevan desarrollándose ininterrumpidamente. Y las que quedan por delante a juzgar por la cantidad de personas que, pese a la lluvia, acudieron al templo situado a orillas de la avenida de Ferrol.
Que esta fiesta popular goza de buena salud lo comprobaron también los pacientes conductores que, en torno a la una y media de la tarde, tuvieron que circular al ralentí por la carretera siguiendo la procesión que llevó a la Virxe dos Remedios a recorrer las calles de Deán Pequeno escoltada por decenas de devotos.
Antes de eso, durante la misa solemne, en la capilla no cabía un alfiler. Muchos vecinos que se quedaron sin sitio en el templo se conformaron con seguir la ceremonia pegados a la puerta de entrada pese a la pertinaz llovizna, mientras que otros buscaron abrigo bajo sus paraguas o los árboles del lugar. Mientras, el trajín en las cocinas de Deán era evidente, y el aroma a asado y a marisco impregnaba el ambiente.
Procesión
Llegado el momento, la Banda de Música de Caamaño, que repite en la romería ribeirense año tras año, tomó posiciones para acompañar a la virgen. Decenas de vecinos hicieron lo propio cuando el estruendo de las bombas de palenque anunció el inicio de la procesión.
El bullicio reinante dio paso entonces al recogimiento, aunque el momento más solemne se vivió cuando la imagen de Os Remedios realizó su parada en el cruceiro de Deán. Incluso los más pequeños, y no eran pocos los niños que se sumaron a la celebración, guardaron un respetuoso silencio. Una muestra más de que a esta romería le queda todavía una larga vida.