El aparcamiento rianxeiro está hecho polvo tras cuatro años abierto
07 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Costó años verlo convertido en una realidad y, en cambio, ha bastado menos de un lustro para que el aparcamiento subterráneo de la localidad rianxeira de Taragoña tenga achaques por todas las esquinas. Las filtraciones de agua son el principal problema de unas instalaciones de las que nadie quiere hacerse cargo y en las que el deterioro avanza a pasos agigantados.
Quienes hacen uso del párking para dejar su vehículo procuran sortear el agua acumulada en las dos plantas del recinto debido a las goteras que aparecen por doquier. Es cierto que, con tanta lluvia, no resulta extraño que haya filtraciones, pero los charcos que se forman en algunos puntos tienen varios centímetros de profundidad, suficiente para que, en un despiste, uno acabe con los pie empapados.
La pintura desconchada es otro efecto colateral de las humedades, que prosiguen en las escaleras que dan acceso a la plaza de Campo de Pazos. El ascensor, en cuyo exterior se aprecian restos de óxido, no funciona y hay que andarse con cuidado para no resbalar en unos peldaños que están empapados. En cuanto a las paredes, tienen incluso verdín.
Vandalismo
Para colmo de males, el aparcamiento tampoco es ajeno a los actos vandálicos y, además de suciedad, quienes se divierten destrozando instalaciones públicas dejaron como recuerdo cristales rotos en el acceso peatonal y destrozaron los picaportes de varias puertas, que han tenido que cambiarse. Todo esto en un recinto que comenzó a funcionar en el 2010.
Consciente de esta situación, el alcalde de Rianxo, Adolfo Muíños, explicó que el Concello intentará ir asumiendo algunas mejoras poco a poco, sobre todo porque la empresa que inició la obra quebró y ahora nadie se hace responsable de las instalaciones pese a tratarse de una infraestructura nueva.