Un pintor busca mejorar la situación económica del municipio con reclamos artísticos
22 ago 2014 . Actualizado a las 12:34 h.En tiempos difíciles, solo los osados, los que arriesgan, los aventureros y los destemidos pueden alcanzar éxito. Si además de atrevido, el innovador está rodeado de una aureola artística, el sentir popular será aún más crítico con sus propuestas, pero las posibilidades de transformar una situación en declive se incrementan. En ese ámbito se mueve el pintor de Carnota Nando Lestón, quien, consciente de las dificultades socioeconómicas por las que atraviesa su pueblo, quiere introducir variantes que hagan posible subsistir en este municipio con dignidad.
Nando Lestón conoce las condiciones medioambientales únicas que posee Carnota y le agrada el aspecto todavía no demasiado degradado de su paisaje. Sabe que Carnota es un referente idílico para los visitantes, que todos alaban su belleza y se lamentan cuando un siniestro azota a esta tierra, como aconteció con el Prestige o con el incendio del monte Pindo, en septiembre del 2013. Pese a los muchos aspectos positivos de Carnota, los vecinos se aletargan o emigran porque las condiciones de vida son precarias.
Frente a esta dicotomía entre lo posible y lo real, Nando Lestón aporta ideas, ilusiones, posibilidades y, en definitiva, medios que en torno al arte que es capaz de crear con su pincel sean capaces de atraer a los visitantes, retenerlos en el municipio y, al mismo tiempo, lograr que los vecinos puedan rentabilizar tanto lo que la madre naturaleza les proporcionó, como lo que ellos mismos puedan aportar.
Partiendo de estas premisas, Nando Lestón ha presentado varias propuestas, tanto a nivel institucional como privado. En el aspecto público ha recibido felicitaciones, pero carentes de apoyo financiero. En el aspecto privado, sus proyectos han tenido mayor calado, aunque nunca el respaldo esperado. El primer local de hostelería en aceptar sus sugerencias ha sido el restaurante O Feitizo, en Caldebarcos, y es en este local donde el pintor intenta plasmar su arte.
Este hombre, que tras el devastador incendio del monte Pindo pintó los troncos quemados de árboles en un terreno de su propiedad, hace ahora lo propio con la fachada de este establecimiento hostelero con un único objetivo: dar valor añadido a Carnota.
Desde que comenzó la decoración exterior del local, con policromías en cuadros de diferentes superficies, suscitó una gran curiosidad entre los visitantes. Afirma que el primer objetivo ya se ha conseguido: despertar el interés de los viajeros. Considera que si se lograse paliar el feísmo que invade muchos inmuebles del municipio, salpicando de pinturas policromadas varios locales, Carnota se convertiría en un reclamo artístico que, unido a sus condiciones medioambientales, darían un nuevo impulso a la zona.
El artista afirma que los cambios sociales son fruto de individuos con ideas novedosas: «O artista posiciónase na sociedade con aptitudes visionarias, que moitas veces acadan éxito. A arte e a ciencia, ademais de ser en esencia a mesma cousa, son os dous grandes piares do desenvolvemento». Por ello, está dispuesto se seguir aportando su ilusión para conseguir revertir una situación decadente en la zona y se muestra muy agradecido a los que se han atrevido a iniciar el camino.
Nando Lestón quiere paliar el feísmo de los inmuebles y atraer turistas