Las licitaciones de obras públicas atraen el interés de decenas de empresas

Ana Gerpe Varela
A. gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

c. queijeiro

Ribeira batió el récord con una contratación a la que concurrieron 83 firmas

23 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La contratación de obra pública constituye actualmente la gran salida para muchas empresas vinculadas al ámbito de la construcción. Con el sector todavía paralizado por el bum inmobiliario, las compañías que han logrado sobrevivir a la gran debacle del ladrillo y todo lo que ello implicó se agarran a los concursos que convocan las Administraciones para mantenerse a flote. Esta circunstancia provoca que haya un auténtico aluvión de ofertas para las licitaciones que se están haciendo en los ayuntamientos al amparo, principalmente, del Plan de Obras e Servizos y del PAI de la Diputación coruñesa.

Al concurso para un simple asfaltado de calles presentan sus ofertas no menos de una decena de firmas y, en muchos casos, de fuera de la comarca. El récord se ha batido en Ribeira, donde nada menos que 83 compañías aspiraban a conseguir una actuación valorada en 170.000 euros, consistente en la instalación de redes de saneamiento en Sobrido, Carballo y Meixe, en la parroquia de Oleiros. Al proceso para la dotación de aceras en la avenida de A Coruña enviaron sus propuestas más de una treintena.

El concello ribeirense, al igual que los de Rianxo, A Pobra, Porto do Son, Outes o Muros, entre otros, están inmersos en la convocatoria de los planes de obras provinciales y cuando se pregunta a los técnicos municipales, señalan que se espera la recepción de una avalancha de ofertas. Para muchas compañías, la convocatoria de estos trabajos constituye un aliento que les permite sobrevivir.

Prima la rebaja en el precio

Pese a este interés por la ejecución de obra pública, uno de los aspectos que se prima a la hora de valorar las propuestas es la rebaja que se hace con respecto al precio inicial de salida. Esta cuestión no es demasiado bien vista por algunos mandatarios, como el sonense Luis Oujo o el rianxeiro Adolfo Muíños o el noiés Santiago Freire, que consideran que la cuestión económica no debería tener tanta relevancia.

Luis Oujo explica que a la convocatoria para acometer la segunda fase de los trabajos de adecuación de la ludoteca concurrieron una veintena de firmas y que la rebaja, con respecto a la inversión propuesta fue de 40.000 euros: «O que queren as empresas é coller as obras e o que máis puntúa na valoración é a baixada do custo. Eu non estou moi conforme con iso e así o teño expresado. Son partidario de que se teña en conta se, por exemplo, as firmas propoñen facer melloras complementarias».

El mandatario indica que son los técnicos los que valoran el coste de las actuaciones y manifiesta que, en muchas ocasiones, después vienen las sorpresas. Se refiere, en concreto, a lo ocurrido con la actuación de la piscina municipal: «Despois non podíamos abrila porque había cousas que non estaban ben».

Destripar proyectos

Por su parte, Santiago Freire señala que la clave está en «lograr unha boa execución. Con baixadas moi agresivas repercútese na calidade da obra». Comenta Freire que hay empresas que son especialistas en «destripar os proxectos e logo solicitar o reformado e a ampliación da obra». Por eso, comenta que los departamentos técnicos tienen que estar muy atentos en la elaboración de los pliegos «para que non se produzan este tipo de situacións nas que hai que facer reformados».

Para los departamentos municipales de contratación y urbanismo el trabajo se duplica durante esta temporada. Por una parte, es muy numerosa la documentación que deben analizar y, por otra, tienen que estar muy atentos a cualquier particularidad. Ya se han dado casos recientemente en la comarca de firmas que han recurrido adjudicaciones por pequeñas cuestiones de matiz.