El templo de Santa Uxía estaba a rebosar en la tradicional misa solemne en honor de la patrona de Ribeira
13 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Barbanza encara el ecuador festivo de septiembre después de que en Porto do Son y en Ribeira bajasen el telón de las celebraciones del Carmen y Santa Uxía por todo lo alto.
Los sonenses despedían el tributo a la patrona del mar como manda el protocolo popular, mojados hasta las trancas. No podía ser de otra manera. La noche del domingo se alargó más de la cuenta para muchos jóvenes, que se dejaron arrastrar por el último baño colectivo del verano, antes de volver a la rutina del curso. La charanga BB+ se encargaba de caldear el ambiente y ponerle ritmo al folclórico remojo, en el que los que no se suman exponiéndose al baño desde las calles lo hacen desde sus ventanas, balcones y terrazas, dando agua al que pide de beber, sin discriminación alguna de sexos o edades para la marea multicolor.
Corrieron ríos de agua. La hubo fría y revitalizante, templada y hasta colorada, porque dejándose llevar por el momento algunos acabaron también rociando al vecino con lo que tenían a mano, ya fuese un refresco, calimocho o vino peleón.
Otro de los platos fuertes de la jornada era la lluvia de fuegos de artificio de medianoche que, como cada año, congregó a un nutrido grupo de espectadores. Los artefactos pirotécnicos se elevaron sobre la cúpula sonense y las orquestas se encargaron de terminar de llevar el fin de fiesta a buen término.
Una iglesia abarrotada
Al día siguiente tocaba rendir tributo en Ribeira a su patrona, Santa Uxía, cuyo templo se llenó hasta la bandera en el acto solemne de los festejos. Los patrones mayores de Ribeira y Aguiño dejaban a un lado las desavenencias de los pósitos para portar a la imagen sobre sus hombros a lo largo de un breve recorrido por las calles de la ciudad.
En él participaron, entre otras autoridades, el alcalde, Maneul Ruiz; el senador José Luis Torres; diversos ediles de la corporación, el presidente de la asociación de empresarios, así como representantes de Guardia Civil, Policía Local y Nacional.
Los coletazos finales de las fiestas fueron al ritmo de la banda de Negreira y de un concierto de corales, mientras que los más pequeños pudieron disfrutar del último de los espectáculos infantiles.
Cientos de asistentes.El templo de Santa Uxía estaba a rebosar en la tradicional misa solemne en honor de la patrona de Ribeira, tras la cual la imagen salió en procesión arropada por sus fieles. Puntual, partió en su recorrido por las calles, atravesando la rúa de Galicia, Rosalía de Castro y Santa Uxía, para volver de nuevo por la primera de ellas. El grupo de gaitas O Rueiro de Palmeira y la banda de Negreira acompañaron con música el itinerario, mientras que el párroco, Cesáreo Canabal, ordenaba avanzar a la comitiva.
Cientos de asistentes.El templo de Santa Uxía estaba a rebosar en la tradicional misa solemne en honor de la patrona de Ribeira, tras la cual la imagen salió en procesión arropada por sus fieles. Puntual, partió en su recorrido por las calles, atravesando la rúa de Galicia, Rosalía de Castro y Santa Uxía, para volver de nuevo por la primera de ellas. El grupo de gaitas O Rueiro de Palmeira y la banda de Negreira acompañaron con música el itinerario, mientras que el párroco, Cesáreo Canabal, ordenaba avanzar a la comitiva.