Las carreteras AC-305 y AC-550 se han sumado al listado de tramos peligrosos
15 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Eso de que la letra con sangre entra está más que anticuado, pero el concepto de que la mano dura es la mejor forma de asimilar determinadas lecciones sigue vigente en cierto modo y la Dirección General de Tráfico la aplica incrementando los controles para cazar a los conductores que infringen las normas y exceden el límite de velocidad. Sin embargo, no lo hace de cualquier forma, sino que cada cierto tiempo elabora un mapa de la red viaria en el que señaliza una serie de tramos que se consideran peligrosos y en los que, por tanto, se aumenta la vigilancia. Las carreteras de la comarca no se libran de esos controles y unos 136 kilómetros de viales barbanzanos están bajo la lupa de la DGT.
Hasta ahora, había dos carreteras de la zona que siempre aparecían incluidas en el listado de tramos peligrosos: la comarcal AC-543, que une la villa noiesa con Santiago, y el corredor de Noia. Asimismo, en la última publicación de la DGT aparecía la AC-441, que parte de A Pereira y discurre durante cuatro kilómetros por territorio mazaricano. Eran unos cuarenta kilómetros de viales los que hasta ahora figuraban entre los tramos vigilados de cerca, sin embargo, con la incorporación de dos de las principales arterias viarias de la comarca esa cifra se ha multiplicado.
El tramo más extenso se corresponde con la carretera comarcal AC-550. Prácticamente en todo su recorrido por los municipios del área barbanzana se ha intensificado la vigilancia de la velocidad y los más de 64 kilómetros que separan la salida de la villa muradana del término ribeirense figuran entre los viales que preocupan a Tráfico.
Toda Arousa norte
La otra arteria de comunicación que aparece como novedad en el listado es la AC-305, que vertebra los cuatro municipios de Arousa norte. De hecho, aunque el vial se extiende más allá de los límites de la comarca, es en el trazado que discurre por Rianxo, Boiro, A Pobra y Ribeira en el que se han reforzado los controles de velocidad con radares móviles en ambos sentidos de la circulación. El tramo señalado por la DGT como peligroso abarca prácticamente todo el trazado desde Taragoña hasta la capital barbanzana y solo hay un trecho de apenas 1,2 kilómetros que se ha excluido del listado y que coincide con el paso de la carretera por el centro de la villa boirense.
En total, son unos 136,8 los kilómetros es los que se ha reforzado la vigilancia con la presencia de cinemómetros móviles. Pero para completar el mapa viario de la comarca hay que sumar los cuatro radares fijos que se instalaron a lo largo de la autovía de Barbanza, dos en sentido Padrón y otros dos en la calzada en dirección a Ribeira.