Los investigadores también buscan a Diana Quer en las salidas de A Pobra por mar

moncho ares / J. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Los agentes comprueban los movimientos de barcos que hubo ese fin de semana

28 sep 2016 . Actualizado a las 12:44 h.

La respuesta de la Policía Judicial de la Guardia Civil fue inmediata en la búsqueda de la joven madrileña Diana Quer, de la que nada se sabe desde el 22 de agosto, y que fue vista por última vez en el paseo de O Areal cuando se dirigía a su casa. Nada más presentarse la denuncia por parte de su madre, poco después de las 12 horas de ese mismo día, las fuerzas de seguridad se pusieron en marcha. Uno de los lugares en los que se indagó fue en el Club Náutico de A Pobra. La salida por mar era una de las posibilidades. Los investigadores buscan indicios en los tránsitos que hubo esos días en las instalaciones portuarias.

Agentes de la Guardia Civil se personaron en las oficinas del Náutico para comprobar el movimiento de embarcaciones y de personas en tránsito y que ahora están examinando. Al parecer, ese mismo día atracaron en la localidad dos barcos con diez personas a bordo. La mayoría eran de nacionalidad inglesa. Las naves zarparon al día siguiente con los mismos tripulantes que habían llegado el último día de las fiestas del Carmen dos Pincheiros.

Los listados están en poder de la Policía Judicial y también las entradas y salidas de los veleros pertenecientes al Náutico que ese fin de semana salieron a navegar. Fueron bastantes debido a que las condiciones meteorológicas eran buenas y a que en verano son muchos los socios que aprovechan para disfrutar de la vela. Los investigadores también estuvieron comprobando las cámaras de seguridad que hay en las instalaciones.

La familia Quer-López es una apasionada de los deportes náuticos. En la actualidad tiene un barco amarrado en el puerto de A Pobra. En el Mediterráneo tienen otro barco, que ahora, al parecer, suele utilizar Juan Carlos Quer.

Inspección del barco

El velero de los Quer fue uno de los primeros lugares que examinó la Guardia Civil. Poco después de llegar de Madrid, el padre se desplazó hasta los pantalanes del Náutico, acompañado de tres agentes, que inspeccionaron el velero en busca de algún indicio o de alguna pista sobre el paradero de la muchacha desaparecida.

Los paseos por la ría de Arousa a bordo del Vadic, nombre del velero de la familia, se truncaron con la separación de los padres y desde hace más de tres años, la embarcación permanece amarrada en uno de los pantalanes de la entidad recreativa pobrense.

Durante las pasadas vacaciones de Semana Santa, la exmujer y las dos hijas de Juan Carlos Quer se personaron en el puerto y cogieron las llaves del barco para subir a bordo. Las tres estuvieron limpiando la cubierta y el interior del velero. Unos días después, el padre se enteró y puso el grito en el cielo.

En la actualidad, el velero Vadic, que se encuentra a la venta, permanece amarrado en el mismo pantalán pidiendo una intervención pues el paso del tiempo le está pasando factura.

La jueza se inhibió en el caso de la custodia al deducir que el maltrato se inició en Madrid

Los cuatro autos que emitió la jueza Esther Díaz, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ribeira, tras la declaración de la madre de Diana Quer para tratar de recuperar la custodia de su hija menor, incluyen una serie de consideraciones que aclaran las decisiones de la jueza. Por ejemplo, su inhibición a favor de un juzgado del partido judicial de Alarcón (Madrid).

La jueza señala que los hechos que acontecieron en el territorio de su jurisdicción y que dieron pie a la retirada de la custodia se encuadraban «dentro de una situación de maltrato preexistente de la investigada hacia su hija menor, Valeria, que venía produciéndose desde que le fuera atribuida por sentencia de divorcio la guarda y custodia de sus dos hijas por los juzgados de su domicilio». Precisa que las situaciones de maltrato descritas por la menor «se produjeron, mayoritariamente, en el ámbito del partido judicial de Pozuelo de Alarcón».

También Diana

La jueza no descarta incluso que también Diana fuera víctima de malos tratos, al señalar: «El delito de maltrato continuado de que habría sido víctima Valeria y, en su caso, Diana también», ha de instruirse por los juzgados de la localidad madrileña, «en un único procedimiento por tratarse de un delito que presenta cierta continuidad y habitualidad».

Concluye la jueza Esther Díaz que los hechos acaecidos en A Pobra en torno a esta familia «simplemente supusieron la culminación de esa situación durante las vacaciones de la familia en Galicia, pero el grueso de esta se estuvo produciendo en el domicilio familiar» de Madrid.

La jueza considera, en el auto por el que levantó el secreto de este sumario, que la causa no está conclusa, pero sí lo está en su juzgado.