Los concellos barbanzanos deben contar con un plan de acción municipal
30 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Cada año, antes del inicio del verano, la Xunta publica una orden en la que establece la época de mayor peligro de incendios forestales, que coincide con los meses de más calor y no suele prolongarse más allá del mes de septiembre. Sin embargo, hay determinadas zonas de Galicia en las que, por razones como su trayectoria histórica o la importancia de los valores que podrían verse amenazados por el fuego, nunca se baja la guardia. En esa situación está el conjunto del área barbanzana. Sus once municipios aparecen delimitados como zona de alto riesgo de incendios y ello implica la obligación de contar con planes de acción municipal para prevenir y hacer frente a la propagación de las llamas.
El Plan Especial de Protección Civil ante Emerxencias por Incendios Forestais en Galicia (Peifoga) es un documento que, además de establecer las épocas de peligro y un catálogo de los medios y recursos de extinción disponibles, especifica la estructura organizativa y los procedimientos para la intervención en caso de fuegos en los montes de la comunidad y establece las zonas de mayor riesgo en función de varios parámetros. Una de las variables de mayor peso a la hora de hacer esa delimitación es la estadística, y ahí los ayuntamientos de la comarca suman muchos puntos.
No en vano, se tiene en cuenta tanto la reiteración como la gravedad y la causa de los incendios registrados, y basta con echar un vistazo al mapa elaborado por la web España en llamas a partir de las estadísticas oficiales para comprobar, no solo el castigo que las llamas han infligido a la comarca desde el año 2001, sino la coincidencia de distintos focos en un mismo punto en términos como Lousame, Rianxo, Boiro, Porto do Son y Carnota. El documento autonómico dice que el peligro en la zona es muy alto por la especial frecuencia y virulencia de las llamas.
Por otro lado, se valora también la vulnerabilidad de una zona determinada, es decir, la importancia de los recursos en peligro, tanto medioambientales y forestales como en lo que respecta a infraestructuras y zonas habitadas, además de la población que podría verse afectada.
Atendiendo a todos estos factores, todos los municipios del área barbanzana, con tres únicas excepciones, están en situación de riesgo muy alto de fuegos forestales. En Lousame y A Pobra el peligro es alto, mientras que en Mazaricos es moderado.
Planes locales
Sin embargo, todos los ayuntamientos sin ninguna salvedad aparecen incluidos en una zona de alto riesgo de incendio, y ello supone la necesidad de establecer medidas especiales de protección. Entre ellas, se incluye la elaboración de un plan de acción municipal que, por ahora, no todos los concellos han elaborado.
Es el caso de Lousame, aunque está entre los planes a corto plazo del ejecutivo contar con un documento de estas características. De hecho, el gobierno local ya ha pedido presupuesto para su elaboración con el objetivo de reservar una partida en los presupuestos del próximo año.
Por su parte, el Concello de Noia sí que cuenta con un documento específico para actuar en caso de incendios forestales, en el que se incluyen tanto los medios e infraestructuras disponibles para atajar las llamas como medidas de coordinación.