Los planes para crear plazas hoteleras en Barbanza se reactivan tras años de parálisis
BARBANZA
En Porto do Son, Rianxo, Mazaricos y A Pobra hay varios proyectos en marcha
24 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El año que está a punto de concluir ha sido uno de los mejores para el sector hotelero de la comarca, según afirman los profesionales. No solo durante el verano se registraron llenos que no se veían desde hace tiempo, sino que también en puentes como el de la Constitución hubo una inusual afluencia de clientes. Al incremento del tirón que tiene la zona se une el hecho de que cada vez se desarrollan en ella más actividades, deportivas, culturales y sociales, que atraen a personas de distintas localidades, contribuyendo a difundir su imagen. Sin embargo, el número de plazas en hoteles, pensiones y casas de turismo rural, unas 2.800, se mantiene invariable desde hace varios años. Ahora, tras una larga parálisis motivada en parte por la recesión económica, vuelven a resurgir los proyectos para ampliar la oferta.
Cuatro son los municipios en los que están en marcha iniciativas privadas que se pretende que puedan materializarse a medio plazo: se encuentra en Porto do Son, Rianxo, A Pobra y Mazaricos. En el caso sonense, el propietario del antiguo complejo hotelero situado a los pies de la playa de Ornanda gestiona con Costas la restauración del edificio para hacer un hotel y un cámping. Asimismo, el alcalde, Luis Oujo, explica que una empresa quiere hacerse con un inmueble que el arzobispado tiene en A Tarela, antiguamente destinado a uso educativo, para fines hosteleros.
También inmerso en la tramitación administrativa se encuentra el proyecto para convertir el pobrense pazo de A Mercé en un alojamiento de turismo rural. Su promotor, Juan Boullón, explica que ya tiene la autorización de la Xunta y que solo falta la de Patrimonio: «Parece que va por buen camino».
A expensas del PXOM
Una cuarta iniciativa tiene como emplazamiento Rianxo, concretamente el núcleo de Brión, en Leiro. Su materialización, explica el mandatario, Adolfo Muíños, está a expensas del desarrollo del PXOM, que se encuentra en fase de aprobación.
Mazaricos es otro de los lugares en los que están fraguando propuestas. El auge del Camino ha propiciado la apertura de negocios, lo que está dando un nuevo impulso a la economía.
Los alcaldes afirman que hay escasez de plazas en la comarca y que esto condiciona la realización de actividades, hasta el punto de tener que rechazar algunas.
«Teño unha finca na ruta a Fisterra e por alí pasan miles de peregrinos»
Nunca ha trabajado en el sector hostelero, pero Manuel Antonio París está dispuesto a que, en un futuro próximo, esa sea su profesión. De hecho, lleva tiempo preparándose para ello, recibiendo formación, acudiendo a ferias turísticas y, sobre todo, visitando albergues, campamentos, pensiones y cuanto establecimiento hostelero tiene relación con los peregrinos. La intención de este joven mazaricano es poner en marcha un campamento turístico dirigido principalmente a las personas que realizan la prolongación del camino de Santiago hacia Fisterra.
«Teño unha finca ao pé da ruta a Fisterra e a verdade é que pasan miles de peregrinos cada ano. Moitos son mochileiros que veñen con tendas e sacos de durmir e que non teñen áreas específicas con servizos onde acampar», apunta París, que proyecta hacer un recinto para veinte tiendas e incluso baraja la posibilidad de abrir un supermercado.
«A finca ten unhas vistas preciosas, polo que incluso se presta para colocar uns bancos e unhas hamacas entre os carballos para contemplar o solpor, descansar ou ler un libro», señala. Tiene previsto comenzar con las obras en el mes de marzo.
Iniciativas en Boiro, Ribeira y Carnota se encuentran estancadas
Aspectos urbanísticos y dificultades burocráticas, además de cuestiones de índole económica, frenan a veces la materialización de proyectos. En Boiro, Ribeira y Carnota hay iniciativas estancadas que no se sabe si llegarán a ver la luz. Tanto en el caso ribeirense como en el carnotano existía interés por parte de empresarios de aprovechar los faros de Corrubedo y Lariño con fines hosteleros, una posibilidad que se abrió hace un par de años con la aprobación de una normativa estatal. Sin embargo, los regidores de ambos concellos, Manuel Ruiz y Ramón Noceda, comentan que continúan sin firmarse los convenios con la Administración y que no hay fecha fijada.
También en Ribeira existía un proyecto, por parte de los dueños de la finca de La Soledad, para hacer un hotel y un campo de golf. En este caso los promotores debían lograr edificabilidad mediante la consecución de terrenos en otro lado, ya que la parcela objeto de actuación está sujeta a unas restricciones urbanísticas. Por ahora parece que esto no ha sido posible.
En Boiro, el regidor, Juan José Dieste, comenta que había distintas propuestas en curso, en Cabo de Cruz y Barraña. La primera no cuajó porque no se desarrolló el plan parcial, en el que se reservaba terreno para una instalación hostelera.
El sector crece en Mazaricos con el auge del Camino y el relevo generacional
El sector hostelero mazaricano ha sufrido una profunda transformación en los últimos años motivada por dos circunstancias que han coincidido en el tiempo. Por un lado, el relevo generacional que se ha registrado en muchos locales y, por otro, el auge de la prolongación del Camino de Santiago a Fisterra.
Esta coyuntura ha traído consigo un importante rejuvenecimiento del sector, con todo lo que conlleva, y la aparición de nuevos negocios vinculados, sobre todo, a la atención del peregrino. Tanto es así que en apenas cuatro años las plazas hosteleras se han triplicado y superan ya el centenar. Un número que, previsiblemente, se verá incrementado de forma importante a corto plazo, tal y como señalan desde el Concello.
Durante la primera mitad del próximo año se espera la apertura de, al menos, cuatro nuevos negocios hosteleros.