Cada dos días, un barbanzano se hace donante de órganos y tejidos

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

La solidaridad en municipios como Muros o Rianxo supera la media autonómica

25 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) revelaba a comienzos de año un dato preocupante y es que los gallegos son los más reacios a nivel estatal a la hora de donar los órganos de sus fallecidos. Contra esta tendencia, está la de aquellos que dan el paso y se animan a hacerse donantes de órganos y tejidos, una decisión que contribuye a salvar vidas y que es tomada por un barbanzano cada dos días.

El número de personas que cuenta con una tarjeta de donante en la zona se acerca a los 4.500, una cifra que en los últimos dos años ha crecido sustancialmente, hasta el punto de que la solidaridad en siete de los once concellos de la zona ya supera la media autonómica. Actualmente hay cerca de 103.000 gallegos acreditados, lo que implica al 3,7 % de la población, una cifra que se rebasa en Ribeira, A Pobra, Boiro, Noia, Carnota y, especialmente, en Rianxo y Muros.

En el término muradano casi el 5 % de los vecinos se han hecho donantes de órganos y tejidos. Aunque, en cifras absolutas, son Ribeira (el único que ha superado la barrera de los 1.000) y Boiro (con más de 721) los que lideran este ránking solidario. En el otro lado de la tabla está Mazaricos, en donde no hubo ni una sola alta en los últimos años.

Desde los diferentes colectivos involucrados en las campañas que fomentan la cesión de órganos y tejidos, explican que en este último año se ha hecho un especial esfuerzo divulgativo en la zona. De hecho, al margen de las acciones dirigidas desde la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue, en el 2016 inició su andadura en Boiro un grupo de voluntarios vinculado a la Fundación Josep Carreras para la donación de médula ósea. Se hicieron charlas, acciones por las redes sociales y a pie de calle. El resultado fue todo un éxito.

Efecto cadena

«Hay muchos mitos falsos en torno a la donación de médula ósea», indica Nerea Pérez Places, quien está al frente de este grupo, y explica que se ha producido un efecto cadena. En el momento en que una persona decide hacerse donante, es frecuente que en su entorno otros lo hagan también, señala la boirense.

Además, Nerea Pérez habla de un segundo factor clave y es que en el área barbanzana hay una especial incidencia de pacientes afectados por enfermedades en la sangre y, «cuando es un familiar el que está enfermo o te toca de cerca, la gente se conciencia más». «Cuando mi padre estaba ingresado en el Clínico, el 50 % de lo la planta eran barbanzanos. Esto es algo que también llamó la atención a los hematólogos y lo están estudiando», añade.