Astray, un rapero con millones de reproducciones en Spotify que une pasado y presente en sus canciones

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

El barbanzano muestra la portada de su disco en la embarcación de su abuelo, en Cabo de Cruz.
El barbanzano muestra la portada de su disco en la embarcación de su abuelo, en Cabo de Cruz. MARCOS CREO

El joven boirense acaba de estrenar el álbum «Exiliados», un conjunto de 18 canciones de diferentes estilos

02 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte. Que se lo digan a fenómenos de la música urbana como Rosalía, que pasó de pequeñas salas a estadios y giras mundiales después de alcanzar cifras récord de reproducciones con su álbum El mal querer. Las cosas van rápido en el mundo del arte, por eso Manuel Astray (Boiro, 2003), tiene claro que la clave del éxito es trabajar duro hasta que, de repente, llega el bum.

Lo suyo con las libretas llenas de versos y las bases potentes, empezó cuando tenía apenas 15 años y se aficionó a asistir a batallas de gallos con sus amigos. El azar, o quizás el destino, le llevaron a darse cuenta de que él también podía soltar rimas tan rápido como aquellos chicos. Las pruebas le convencieron de que lo mejor era coger ese estilo y utilizarlo para expresar emociones más personales.

Así empezó a crear sus primeros temas, en los que ya se atrevió a experimentar con géneros más allá del rap: «Vas creciendo y cogiendo otros gustos. Creo que lo que caracteriza el rap es poder adaptarse a casi cualquier cosa por la forma en la que se escriben las letras y se diseñan las bases».

Lo que más llama la atención de sus canciones es la forma que tiene de desnudarse en cada verso, de invitar al oyente a una habitación oscura de su mente en la que no suele dejar entrar a cualquiera.

El barbanzano posa ante la cámara en el barco de su abuelo.
El barbanzano posa ante la cámara en el barco de su abuelo. MARCOS CREO

Con el aval de varios millones de reproducciones en Spotify, sobre todo en su canción 22:22, que acumula casi cinco, el boirense se lanzó el pasado jueves de nuevo a la piscina con el estreno de Exiliados, su nuevo álbum. En él, el barbanzano vuelve a darle otra vuelta de tuerca a su estilo, esta vez apostando por temáticas que bailan entre lo personal y lo social.

Para rendir homenaje a las generaciones anteriores y hacer que los jóvenes conecten con la realidad del pasado, al cantante se le ocurrió establecer un paralelismo entre la inmigración del siglo XX y la necesidad de los artistas de la actualidad de mudarse a las ciudades: «Yo quiero vivir y retirarme aquí pero la situación no me deja. Es una pena hablar así pero es la verdad».

Todoterreno

A parte del sencillo que da nombre al disco, la obra contiene 17 temas más en los que no falta la combinación de diferentes tendencias dentro de la música urbana, como el reguetón, el trap o el drill, un subgénero derivado de este último que empezó a hacerse popular en los Estados Unidos en la década de los 2010. El artista manifiesta que cada melodía le pide una letra distinta y que aunque nunca se imaginó componiendo y cantando una bachata, ahora es capaz de lanzarse a lo que se le ponga por delante: «Se puede hablar de todo, amor, desamor, noches de amigos y fiesta...».

Sobre el proceso creativo de álbum apunta que no habría podido llevarlo adelante sin el apoyo de 4real Beats, el productor con el que trabaja desde hace años. Cuenta que todo fue rodado gracias a sus consejos y que sin ninguna duda «el 50 % del mérito de este álbum es de él».

Los chicos lograron sacar adelante un disco en el que todo gira en torno al mismo concepto: la necesidad de irse lejos en busca de un futuro mejor. Por eso la portada es una embarcación que navega a toda velocidad. Para dar forma a las letras, 100 % del puño y letra de Astray, el barbanzano plasmó en ellas hechos que le han marcado estos últimos años, no sin darles, por supuesto, un toque artístico: «Son las cosas que me suceden contadas a mi manera».

Ya sea con dos reproducciones en Spotify o con cinco millones, el joven veinteañero tiene claro que lo que debe hacer es apostar por su talento. Quizás la lancha en la portada del Exiliados que avanza a toda mecha es en realidad una premonición.