La intensa mancha que se aprecia en la foto no es fruto de un programa de retoque fotográfico ni de un milagro, sino que tiene una explicación científica
14 sep 2015 . Actualizado a las 22:35 h.Mirando la foto que encabeza esta página, a uno de dan ganas de dirigirse inmediatamente a Carnota y montar guardia toda la noche para no perderse semejante espectáculo. Lo malo es que no hay ninguna garantía de que eso vaya a servir para ver como el mar de O Pindo brilla con luz propia durante la madrugada. Lo hizo a principios de esta semana, y el hecho de que Víctor Solís y Juan Serrano estuvieran atentos ha permitido captar ese mágico momento en el que la playa de San Pedro se tiñó de un azul fosforescente.
La intensa mancha que se aprecia en la foto no es fruto de un programa de retoque fotográfico ni de un milagro, sino que tiene una explicación científica. Como explica la oceanógrafa María Calvo, las responsables son unas microalgas que pertenecen al fitoplancton y que tienen células capaces de generar bioluminiscencia. Es decir, son organismos capaces de emitir luz, y eso es lo que las hace visibles en medio de la oscuridad cuando las agita el oleaje.
Difíciles de ver
La imagen es difícil de captar, y quien tiene la suerte de presenciarla puede sentirse afortunado porque no es un fenómeno frecuente en la costa gallega.
Eso sí, Carnota parece un terreno abonado para estas microalgas, ya que los autores de la foto, que se la enseñaron al mundo a través de la página Costameiga.com, explican que el fenómeno acostumbra a producirse en la recta final del verano, cuando la temperatura del agua es más cálida. De hecho, Juan Serrano ya vio como el mar de O Pindo se iluminaba en plena madrugada el año pasado, y con más intensidad incluso que este septiembre, pero entonces no pudo fotografiarlo. Pese a repetirse, no muchos han podido verlo porque «normalmente un non está no medio da noite na praia mirando ao mar».
Mecanismo de defensa
Víctor Solís, en cambio, era la primera vez que tenía la oportunidad de presenciar un espectáculo conocido como ardentía o mar de ardora y que antiguamente se creía que era un mito. Ahora se sabe que no es una leyenda, es real, pero la investigación alrededor de este fenómeno es reciente, así que las explicaciones a por qué esas microalgas ?matiza María Calvo que hay varias especies con capacidad para crear bioluminiscencia? producen luz son teorías que están sin demostrar.
La hipótesis más extendida es que sea un mecanismo de defensa de estos vegetales para evitar servir de alimento para sus predadores.
Un grupo de investigación de la Universidade de Vigo realizó un trabajo, publicado en vídeo, en el que explica una de las teorías, conocida con el curioso nombre de «alarma contra ladrones».
Blanco fácil
Según esta hipótesis, estas microalgas, del grupo de los dinoflagelados, son el alimento de otras especies del zooplancton ?pequeños crustáceos de cuerpo transparente? que, cuando las ingieren, también desprende luz porque las células de bioluminiscencia de las algas siguen brillando, convirtiéndose a su vez en un blanco fácil para sus predadores.
Más allá de la explicación científica, el mar de ardora es un gran ejemplo de los espectáculos que es capaz de brindarnos la naturaleza. Y también uno de los más escurridizos a la hora de ser captados por las cámaras, de ahí que las primeras imágenes de casos de ardentía sean recientes. A pesar de que se trata de un fenómeno natural que se da en distintos mares de todo el mundo. Hay casos documentados en puntos como el océano Índico, la costa de Portugal o la bahía Fosforescente, en Puerto Rico.