Un purasangre en la élite de la resistencia

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

PORTO DO SON

CARMELA QUEIJEIRO

El sonense ha participado como corredor y como entrenador en las principales competiciones del mundo

18 jun 2017 . Actualizado a las 13:07 h.

Los caballos son la gran pasión del sonense David Gaciño (Porto do Son, 1976) y lo descubrió siendo un crío. Comenzó a montar con un familiar y su primer caballo, Marqués, se lo compró a un primo. Desde entonces, su vida a estado ligada a estos animales, con los que ha conseguido grandes proezas y hacerse un nombre internacionalmente conocido en el mundo de las pruebas de resistencia, los raid. Porque David Gaciño no solo compite, sino que también prepara ejemplares para deportistas de Rusia, Colombia, Ecuador, los países árabes o de cualquier sitio del planeta. 

En marzo pasado participó con Woitila en una de las pruebas más importantes del mundo, la Crow Prince, promovida por el príncipe heredero de Dubái. Lo hizo como entrenador y por invitación de los organizadores, que decidieron que a lomos de Woitila iría, en esta ocasión, un jinete francés, Arthur Desprez. La fama de David Gaciño, como corredor y como entrenador, ha traspasado fronteras y prueba de ello es la cantidad de deportistas que se interesan por sus caballos: «Ahora va a venir un australiano para correr con uno de ellos». 

Vocación y formación

Tan clara tenía su vocación este sonense que formó parte de la primera promoción del ciclo de Conducción de Actividades Físicas y Deportivas en el Medio Natural, una especialidad que él cursó en Poio, pero que desde hace varios años también se imparte en el instituto de Porto do Son y de la que Gaciño es uno de los docentes.

Es un deporte para atletas. Hay que estar en forma, preparado física y psicológicamente»

En buena medida, la brillante carrera de David Gaciño ha propiciado que haya en la comarca un interés creciente por el mundo de la equitación y de los raid. Este deportista, que hace años abrió con su primo Alberto el centro ecuestre y de equitación Equitur, es actualmente el responsable del Centro Hípico Montemuíño y, a pesar de las grandes gestas que ha conseguido, se define como «un jinete humilde». Eso sí, se siente satisfecho «porque he corrido en las principales carreras que hay en el mundo. Mi mayor logro ha sido intervenir en dos campeonatos del mundo». Pero todavía le quedan nuevas hazañas por conquistar, ya que Colombia quiere contar con él para participar en los Juegos Ecuestres de Estados Unidos, que tendrán lugar el próximo año.

Explica que conoció el mundo de los raid en el año 2000: «La primera vez que salí fuera fue a Andalucía, para participar en la que en ese momento era la prueba más larga del mundo, de 500 kilómetros. Asistí cuatro años seguidos».

Competir en pruebas de resistencia no es sencillo, «es un deporte para atletas. Hay que estar en forma, preparado física y psicológicamente». Pese a las condiciones que un corredor debe tener, David Gaciño recalca que «este es un trabajo de equipo, ningún jinete puede ir solo a un raid». De hecho, explica que él cuenta «con cuatro deportistas que son exalumnos míos y que son especialmente buenos. Además, tengo la suerte de que hay otros alumnos que también quieren empezar».

En una carrera plagada de éxitos como la que acompaña al sonense, no es de extrañar que posea el mayor de los logros. Su caballo Zoco, con el que en el 2014 acudió a las olimpiadas de resistencia, se convirtió el pasado año en el primer equino gallego en acabar un Campeonato del Mundo. El shagya húngaro, que llegó a Porto do Son con 6 años, completó 160 kilómetros en diez horas y media en la ciudad eslovaca de Samorín. A lomos del ejemplar iba un colombiano, Mauricio Gaitán, que también hizo historia. Ahora, Zoco tiene 17 años y está jubilado, pero continúa con David Gaciño: «Es el que más satisfacciones profesionales me ha dado. Considero que ha hecho todo lo que tenía que hacer. Es un animal con muchas cualidades y de los pocos que ha estado en dos mundiales consecutivos». 

Tanto como competir, al sonense le gusta la preparación de los animales, afirma que «vivimos en una zona privilegiada, porque tenemos mar y montaña y podemos practicar en distinto tipo de lugares. No todo el mundo tiene esa suerte». David Gaciño, quien reconoce que «estoy todo el día con los caballos; son mi vida, me encantan», subraya que «me ilusiona ver como van subiendo de categoría».