El Concello convertirá punta Castiñeiras en un lugar para divulgar la cultura industrial

Ana Gerpe Varela
a. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

En el lugar todavía se mantienen en pie parte de los muros de una antigua fábrica.
En el lugar todavía se mantienen en pie parte de los muros de una antigua fábrica. marcos creo< / span>

Los restos de la antigua factoría de salazón que están enterrados servirán de eje para explicar el desarrollo económico ribeirense

05 mar 2015 . Actualizado a las 05:15 h.

Los trabajos de recuperación ambiental que se realizan en punta Castiñeiras, en el terreno situado junto a la playa de O Castro en el que se levantaba una conservera, han deparado una pequeña sorpresa, en forma de legado histórico, de la que el Ayuntamiento quiere sacar provecho en un futuro inmediato para incrementar el atractivo del lugar. Con las obras para sanear el terreno se pudo apreciar que, parcialmente enterrados, frente a los muros de piedra de una derruida fábrica, se conservan los restos de una antigua salazonera y, por lo que ha podido observarse a simple vista, en muy buen estado. La intención del Concello es aprovechar estos elementos para divulgar la cultura industrial vinculada al mar que posibilitó el crecimiento económico de Ribeira.

La existencia de una salazonera en la zona es sobradamente conocida y, de hecho, se conservan las paredes de una construcción de este tipo junto a la zona que está siendo adecuada por Costas. Sin embargo, al detectar estos nuevos elementos bajo tierra, el Concello requirió al arqueólogo Miguel Vidal, que dirigió la excavación en el castro de A Cidade, para que sondease en los archivos e intentase determinar la fecha de lo que algún día fue una edificación.

Principios del XIX

La búsqueda de Miguel Vidal tuvo un resultado desigual porque, al parecer, no encontró documentación específica. No localizó la fecha de construcción de la nave, pero por las averiguaciones realizadas cree que puede ser de principios del siglo XIX.

En principio, en este lugar hubo una factoría de salazón que fue sustituida por otra construida justo al lado, de la que se mantienen en pie parte de sus muros y que después se reconvirtió en fábrica conservera.

Dado que el espacio en el que se emplaza está fuera del objeto de intervención de la actuación ambiental que lleva a cabo Costas, se mantendrá el lugar inalterado, a la espera de que concluyan los trabajos de conversión del antiguo solar de la conservera en un espacio de ocio para los vecinos de Castiñeiras.

Posteriormente será cuando se adopten las medidas pertinentes para la puesta en valor de este legado que, según indican desde el Concello de Ribeira, debe servir como espacio didáctico sobre la evolución económica del término.