












Los investigadores recuperaron el objeto sustraído en una finca próxima al temploy arrestaron a un ribeirense sospechoso
10 mar 2020 . Actualizado a las 19:17 h.La iglesia parroquial de Olveira, en Bretal, recibió la visita de al menos dos ladrones, en la madrugada de ayer, que camparon a sus anchas por el templo hasta que lo abandonaron llevándose el sagrario, un cáliz y una cantidad, sin concretar, de monedas de la colecta. El paso de estos individuos por el templo no se quedó ahí, ya que, según parece, habrían sido los responsables de un incendio que dejó completamente inservible el almacén de la sacristía.
Los hechos tuvieron lugar de madrugada. Los cacos accedieron al inmueble tras forzar una pequeña ventana que hay en el citado almacén. Una vez dentro recorrieron todas las estancias para hacerse con el botín. Lo que no se sabe todavía es si los ladrones tenían la intención de sustraer el sagrario o fue algo que surgió sobre la marcha. Lo que está claro es que buscaban algo más, ya que los muebles que hay en el despacho del párroco aparecieron, ya por la mañana, completamente revueltos y numerosos objetos, como libros, documentación y sotanas, tirados en el suelo.
El párroco, Francisco Rey, explicaba ayer, todavía muy nervioso por lo ocurrido, que el sagrario tiene gran valor: «Es del barroco y esta bañado en oro. Lo restauramos hace dos años pero nunca pensé que alguien pudiera llevárselo. Yo no sé cuantificar el valor económico, pero es elevado».
Pistas fructíferas
Ya por la tarde, la Policía Nacional inspeccionó la iglesia para buscar pruebas que permitan identificar a los culpables, aunque los funcionarios consultados se mostraron opacos y no facilitaron información. Solo fuentes relacionadas con la iglesia afectada aseguraron, al cierre de esta edición, que tenían constancia de que agentes de la comisaría de Ribeira, en una investigación que dio sus frutos en muy poco tiempo, recuperaron el sagrario y el cáliz en una finca cercana.
Las mismas fuentes añadieron que, al parecer, los policías nacionales arrestaron a un residente en la ciudad como sospechoso de haber participado en el robo. Otros vecinos que contactaron con este periódico confirmaron esa versión al asegurar haber presenciado en la vía pública la detención de un conocido delincuente de Ribeira, que responde a las iniciales de M.L.M., y que sería uno de los implicados en el robo.
Lo que parece no estar claro es que el incendio fuese intencionado. La tesis más fiable apunta a que los culpables habrían utilizado cirios que había en el altar para moverse por la iglesia. Luego, se supone que fruto de algún descuido, los habrían dejado mal apagados en la sacristía antes de abandonarla. Estas velas habrían provocado que los objetos almacenados se consumieran lentamente, de ahí que los vecinos no se percatasen del incendio hasta poco después de las 09.00 horas.