1 Está claro que serán pocos los que pueden decir que están pasando su mejor momento. Quien más y quien menos está sufriendo la crisis y por lo que cuentan aquellos que saben de economía, de macro, de micro y de súper, todavía deberemos esperar unos meses para empezar a ver la luz al final del túnel, así que pocas cosas sirven para levantarnos el ánimo. Pero a veces, casi sin imaginarlo, aparece un halo de esperanza, una muestra de que incluso en los malos momentos podemos estar tranquilos porque a nuestro alrededor hay mucha gente buena. Y si no que se lo pregunten a María del Carmen Rodríguez Pose, una jubilada de Carballo de 71 años y mucho peso a sus espaldas. Cuida a diario de ocho de sus nietos y soporta gran parte de la carga económica de toda su familia, azotada por el desempleo. Así lo contó en La Voz el pasado 30 de diciembre, cuando comentaba que su mayor frustración era no tener ni 50 euros para regalarles un juguete a sus niños, porque su pensión de viudedad, escasa y estirada al máximo, no le llegaba prácticamente a nada, ya que, para colmo de males, tenía que hacer frente a dos préstamos.
El testimonio de Carmen no pasó desapercibido y en seguida fueron muchos los lectores que se pusieron en contacto con ella para echarle una mano. Le mostraron su solidaridad sin conocerla, sin hacer preguntas, simplemente porque su historia les había llegado al corazón. Así, un socio del Club de Los Leones de A Coruña entregó a la familia varias bolsas con productos y alimentos de primera necesidad, otra persona anónima le regaló dos cestas navideñas y una jubilada de Abegondo le envió ropa para toda la familia. Tanto Carmen como su hija, María José Varela Rodríguez, aseguran que gracias a esas muestras de cariño han pasado unas Navidades estupendas, unas fiestas en familia en la que, por unos días, olvidaron todos sus problemas y en las que recordaron con mucho cariño a todas esas personas que les han ayudado. Y sus niños disfrutaron de los Reyes.
El secreto de un buen gin-tonic: los grelos
2 El Parador de Alcalá de Henares acogió hace unas semanas la final del primer concurso de coctelería organizado por Paradores. Se presentaron muchos de los empleados de la compañía hotelera y también expertos en coctelería, pero el que más sorprendió (aunque al final obtuvo el segundo puesto) fue el laxense Fran Gómez Mato, jefe de sala del Parador de Monforte, formado en la Escuela de Hostelería de Lamas de Abade de Santiago. Logró el premio con un gin-tonic con sabor gallego, con ginebra gallega y un toque mágico: clorofila de grelo. En la final tuvo que preparar, en un tiempo máximo de siete minutos, seis copas de un cóctel libre (el suyo se llamó Playa, en honor al bar que su familia regentó en Laxe durante muchos años) y un gin-tonic. En el caso de la ginebra y la tónica Fran se empeñó en que llevase un producto típico gallego que exaltase la quinina de la tónica y la idea se la dio un compañero de trabajo, Martín García Lires, que le propuso la clorofila de grelo, a la que añadieron lágrimas de escerificaciones de lima limón, o lo que es lo mismo, pequeñas bolitas de hielo que estallan en la boca. Alucinante. Pueden probar a hacerlo en casa, pero casi es mejor que se acerquen hasta el Parador de Monforte, donde Fran Gómez les ofrecerá una amplísima carta de cócteles. El viaje, se lo aseguro, valdrá la pena.
En Cuatro
3 Hablemos de dinero. Un buen tema siempre, pero mucho más en este tiempos. De dinero y de memoria. Una buena cantidad de lo segundo puede proporcionar mucho de lo primero. Pues de eso se trata en el programa Dale al Rec, que cada tarde, sobre las 18.30, emite el canal de televisión Cuatro. Desde hace unos días, un joven de Camariñas, Adrián López Lijó, está arrasando. Ya ha ganado más de 20.000 euros gracias a su gran capacidad de retentiva. Pero también destaca con su simpatía, y poco a poco se ha ido ganando al público, que incluso corea su nombre. Adrián, natural de Dor (A Ponte do Porto), de 22 años de edad, está estudiando en Santiago, y su participación en el programa le ha obligado a desplazarse regularmente a Barcelona, donde se realiza el espacio. Ayer, por cierto, tuvo que repartir trozos de empanada entre los espectadores, algo a lo que se había comprometido en el programa anterior en caso de superar la prueba. Y como pasó, así le vimos con la bandeja, y además caracterizado de héroe, con antifaz. Curiosamente, Adrián es el segundo de la zona que, en poco tiempo, triunfa en un concurso de Cuatro. Los primeros fueron los primos David Lema, de Canduas-Cabana, y Marcos Castro, de Pazos-Ponteceso. Hace mes y medio se llevaron 10.000 euros en Uno para ganar.