Zaira Rodríguez releva a Ramón Vigo en el pleno más concurrido de Cee

Eduardo Eiroa Millares
e. eiroa CEE / LA VOZ

CARBALLO

MARCOS RODRÍGUEZ

Los vecinos tuvieron un comportamiento ejemplar y la policía se limitó a observar

02 mar 2012 . Actualizado a las 10:50 h.

Se auguraba un pleno tenso en Cee, donde desde hacía unos días corrían rumores de que determinadas personas estaban haciendo acopio de huevos y tomates. La Guardia Civil prefirió curarse en salud y se montó un impresionante despliegue formado por unos treinta agentes de toda la zona, además de la Policía Local.

Hubo registro de bolsas y mochilas en la puerta del pabellón y controles en los principales accesos a Cee. Finalmente se limitaron a observar, ya que el cerca de medio millar de vecinos que se acercaron al pabellón mantuvo en todo momento un comportamiento ejemplar, fuera de los aplausos dedicados a cada portavoz, no hubo ni que pedir silencio.

Así transcurrió la que seguramente fue la sesión plenaria más concurrida de la Costa da Morte, un debate tenso, con intervenciones leídas -Vigo destacó que era la primera vez que hacía tal cosa-, ácidas, con recriminaciones mutuas y mutuos ataques pero que, siguiendo la tónica de las relaciones política de Cee, se mantuvo siempre dentro de la más estricta educación y, aunque Zaira Rodríguez y Ramón Vigo se dedicaron de todo menos piropos, al final no faltó el abrazo del ya exregidor a su sucesora en el cargo.

Entre el público, muchos vecinos, pero también gente llegada desde distintos municipios de la zona, con especial representación de cargos populares para mostrar su apoyo a la nueva alcaldesa. Allí estuvieron las diputadas Marisol Piñeiro y Gema Freire, el exalcalde de Carnota José Oreiro, el dirigente provincial del PP José Manuel Álvarez-Campana y los alcaldes de Ponteceso y Coristanco, entre otros.

El pleno duró cerca de una hora. Empezó puntual, a las doce de la mañana. Los primeros en llegar, un cuarto de hora antes, fueron los independientes. Después lo harían, al mismo tiempo, populares y nacionalistas con diez minutos de margen. Solo mirando la vestimenta de los ediles se notaba ayer que era una ocasión especial. Apenas se miraron antes de arrancar el pleno. Después se dirían unas cuantas cosas.

En su discurso, Vigo aludió a la «hixiene» democrática que reclamaba Daniel Oca y al «sultanato» de los independientes. «Pois falando de sanidade e de sultáns, e sen saber si o can do futuro tenente de alcalde se chama así ou non, agradeceríalle que non aparcara sempre nas árbores do xardín da praza e que recollera os seus desperdicios, porque iso si é un bo exemplo de hixiene», le espetó Vigo.

El ya exalcalde le dedicó otras a Oca en respuesta a quienes lo tildaron de mafioso: «Creo que está confundido. Un por ser pequeno, gordo e fumar puros, non é mafioso, mafioso é o que consume sustancias que sustentan e permiten coa súa actitude que existan esas mafias», dijo.

Tampoco perdonó a Zaira Rodríguez por otras cuestiones. Recordó que no hace mucho le pidió su apoyo para modificar las normas subsidiarias y permitir que se instalase en Xallas una gasolinera abiertas las 24 horas que crearía 12 puestos de trabajo. «Inicialmente díxome que si, e posteriormente abstivéronse no pleno, a sabendas de que o seu voto daba ao traste con esta importante obra, algún día, quizáis non moi lonxano, alguén do PP terá que explicar onde corresponda que intereses se defendían e por que», le espetó.

Rodríguez tampoco se anduvo con paños calientes: «No PP non nos equivocabamos, fracasou, señor Vigo, é o momento de asumilo, agora temos un proxecto serio para formar un goberno estable do que vostede, cos seus antecedentes, nunca podería formar parte», le dijo, además de recriminarle su propuesta de dedicaciones de 75.000 euros, «dous soldos para a mesma casa».

Oca también aprovechó para ajustar cuentas con el hasta ayer alcalde: «A nosa acción de goberno basearase na lealdadae e a confianza mutua, algo imposible de acadar con quen só se quere a si mesmo e amosa un desprezo absoluto polos demais». Desde ayer a la una Ramón Vigo Sambade está, tras cinco años, en la oposición.