El joven pintor asegura que volverá a participar en el concurso pontecesán
18 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Pintores de toda España participaron el pasado sábado en Ponteceso en la exitosa primera edición del certamen de pintura al aire libre dedicado a Fernando Álvarez de Sotomayor. Ochenta autores se dieron cita en los paisajes de Eduardo Pondal y el jurado, presidido por el pintor santanderino Eduardo Sanz Fraile, no dudó en conceder el primer premio al joven sevillano Antonio Barahona Rosales (1984), licenciado en Bellas Artes.
-¿Cómo definiría su estilo?
-Estoy dentro de la figuración, pero la mía es una pintura figurativa realista que a mí en realidad me gusta llamar naturalista, porque no es un realismo fotográfico, sino que es más una mirada natural y sincera del paisaje que en cada momento tengo delante.
-¿Siente la pintura como una afición o como una profesión?
-Una profesión por completo. Hace cuatro años que terminé la carrera e incluso desde antes vivía de la pintura. De un tiempo a esta parte me dedico a ella a diario.
-¿Cómo conoció el certamen de Ponteceso?
-Existen certámenes de pintura rápida por todo el país y cada verano se celebran más de 500. De hecho, coincidió que el pasado fin de semana había tres en Galicia, en Ponteceso, Ferrol y Lugo, así que decidí venir con varios amigos pintores.
-Muchos de los participantes eligieron paisajes, pero usted se decantó por una construcción. ¿Qué le llevó a esa decisión?
-La elección forma parte de mi sinceridad pictórica. Yo pinto paisajes de trasera, patios andaluces, las calles típicas del sur... Por eso en Ponteceso podía pintar algo del paisaje, pero con mi manera de entender la pintura tenía que hacer algo como lo que hice.
-Un andaluz ha sabido captar muy bien la esencia de Galicia.
-Quizás para los vecinos de Ponteceso esa esquina que yo pinté sea algo que no les llame la atención, pero para un andaluz que convive con un paisaje tan tan diferente, con un clima tan diferente y con una manera de ver la vida diferente, fue lo primero que me llamó la atención. Fue una forma de exaltar lo local frente a lo particular.
-¿Se siente cómodo pintando al aire libre o prefiere el estudio?
-Trabajo de las dos maneras. En el estudio lo hago a partir de fotografía, pero eso me gusta muchísimo combinarlo con el natural. He hecho algunas cátedras con Antonio López y los dos coincidimos en que el artista se identifica y se realiza sosteniéndole la mirada a lo natural, o sea, estando allí y bebiendo directamente de lo que la propia realidad te dicta y sintiendo ese momento, es una pintura de sensaciones más que de captar minuciosamente cada detalle, es más de temperatura, de sensaciones y eso si no estás a pie de paisaje no se percibe.
-¿Repetirá en Ponteceso el próximo año?
-Por supuesto, y sobre todo porque el homenajeado es Fernando Álvarez de Sotomayor, uno de los maestros del siglo XIX y XX. Es muy positivo que los ayuntamientos honren de esta forma a sus pintores.
-¿Se siente identificado con la pintura de Fernando Álvarez de Sotomayor?
-Sí, aunque suene un poco pedante, y no quiero que suene así. Me gusta mucho la manera en la que Álvarez de Sotomayor recoge y plasma su propia cultura y eso es precisamente lo que yo intento hacer desde que comencé mi carrera. Trato de recoger esa parte de mi Andalucía y rescatar un poco esas imágenes que llevan igual durante muchos siglos, pero que conviven con el siglo XXI. Álvarez de Sotomayor hacía eso de manera magistral, con una técnica impecable. Me han regalado un catálogo con su obra y no puedo dejar de mirarlo. Es increíble, porque alguien que no conozca vuestra tierra puede hacerse una idea perfecta de cómo es Galicia a través de su pintura.