
No hay más que mirar el mapa para darse cuenta de que hay relaciones inevitables, que están predestinadas, pero que, por algún motivo, tardan demasiado. Entre la Costa da Morte y la Bretaña francesa hubo varios intentos de hermanamiento que no llegaron a fraguar y tuvo que ser el instituto Monte Neme de Carballo el que asfaltara el camino que une dos finisterres europeos. A través de un programa Comenius, alumnos de Carballo viajarán en febrero a localidad gala de Vannes para encontrarse con estudiantes como ellos. Para estos chicos y chicas de los dos países, el primer idioma en el curriculo escolar es el inglés, pero pueden entenderse en francés y español.
Ayer estuvo en Carballo una delegación de Vannes para preparar la primera expedición española. Las relaciones no solo se circunscribirán a los centros educativos sino que llegan hasta las instituciones locales. A España llegó Lafita Bakhtous, primer teniente de alcalde de Vannes que departió en el Concello con su homóloga, Milagros Lantes, puesto que profesores y representantes municipales fueron recibidos por el alcalde, Evencio Ferrero.
Lafita Bakhtous también se dirigió a los alumnos del instituto Monte Neme en árabe, porque ella es de origen marroquí. Señaló, en francés, que en Vannes se intenta potenciar el uso del bretón, la lengua propia del departamento que, sin embargo, se está perdiendo. La cuestión es que no es obligatorio En el instituto Notre Dame Le Menimur se imparte también, por lo que los escolares gallegos tendrán la oportunidad de escucharlo. Será casi como estar en las Naciones Unidas.
La jornada fue completa y guiada por la profesora Sandra Rodríguez Nieto, nacida en Francia y por la directora del Monte Neme, Ana Alcalá. Alumnos de primero cantaron una canción sobre el abecedario, pero con ritmo de rap, incluso alguno de los estudiantes se animó a bailar. Sin embargo, la reunión principal fue en tercero, donde un grupo de alumnos reciben la clase de matemáticas en francés.
Los que no disfrutaron tanto la visita de la delegación gala fueron los alumnos de tercero, que fueron conminados a preguntar en francés sobre los pormenores del viaje y que tuvieron algunas dificultades, más por vergüenza que por falta de capacidad. En un aparte, las profesoras, las francesas y las gallegas, señalaron que los intercambios hacen que los estudiantes se tomen con mucho más interés el estudio del idioma. Así lo recordaba la docente que enseña matemáticas en francés en el Monte Neme. Ella misma, que es de Monforte, viajó a Francia y acogió a una estudiante gala en su casa. Una cosa llevó a la otra y ahora enseña fracciones en la lengua de Molière, aunque, seguramente, sin tanto teatro. De hecho, la profesora se queja de que ella misma debe elaborar todo el material de la clase, porque los libros de mats (matemáticas en francés) no sirven ya que corresponden al temario francés y el que hay que dar es el español.
A pesar de todas estas complicaciones, las secciones bilingües han prosperado en los centros educativos de la zona. El Monte Neme tiene otra en primero. Es para una asignatura de las llamadas transversales, lo que significa que trata distintos temas y se realiza en inglés. En este caso las docentes son María del Carmen Carracedo y Paula Barbeito.
Además de profesoras del instituto, con la delegación gala viajó Pierre Joubin, que es presidente del Comité Bretagne-Galicia y reside también en Vannes. La pretensión de la entidad que dirige es coordinar los distintos comités de hermanamiento entre las villas del departamento francés y los municipios gallegos, que son una veintena. Además se encarga de «fomentar intercambios entre los alumnos de las dos regiones», según el propio Pierre Joubin, además de informar «a las personas que desean pasar las vacaciones en Galicia».
Joubin se declara amante de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao y de Álvaro Cunqueiro y asegura que gallegos y bretones «somos primos». Además recuerda que entre las muchas conexiones está la música. Considera al gaiteiro Carlos Núñez como un embajador y recuerda que muchos grupos de la comunidad participan en el Festival de Lorient. También señala que su primer contacto con España fue a causa de un intercambio con Catoira que no llegó a fructificar. Han pasado 20 años desde entonces y Pierre Joubin tiene muchos amigos gallegos.
Los contactos entre las dos regiones, tan parecidas podrían ampliarse en un futuro no muy lejano. Fisterra y el municipio bretón de Plougonvelin tienen bastante adelantados los trámites para hermanarse. Sin embargo, José Manuel Traba no puede cantar todavía victoria porque hubo intentos anteriores que se quedaron en nada. Sus predecesores, Fernando Carrillo y Ernesto Insua, ya lo probaron con otros pueblos también del entorno de Vannes. Les ocurrió algo parecido a Camariñas y Malpica.
Más suerte tuvieron los participantes en un viaje del Seminario de Estudos Comarcais Costa da Morte, que tuvieron de guía al mismísimo exdirector general de patrimonio. El recorrido, realizado durante el verano del 2007, estuvo centrado en la visita a megalitos.