Los participantes en la huelga láctea creen que lograron avances
26 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La mayor parte de los ganaderos que participaron en la huelga de entregas de leche que se llevó a cabo el pasado noviembre consideran que con la movilización se lograron avances, aunque todavía no se han materializado. Todos confían en que antes de fin de año haya una subida de un céntimo, aunque los inspectores de las industrias no lo han confirmado. Pero el compromiso principal es que en los contratos, a partir de enero, se incluya el coste de producción.
Los sindicatos consideran que el próximo año habrá un incremento de más de dos céntimos, puede que incluso tres, por litro de leche, aunque reconocieron que, de momento, no había nada concreto.
Rafael Amarelle, de Coristanco, fue uno de los más participativos en la protesta. Tuvo que tirar dos toneladas de leche. Asegura que Besnier, la industria a la que él le vende, quedó desabastecida durante la huelga de entregas. De hecho, señala que a las dos de la madrugada del día que acabó la protesta ya acudieron a recogerle el ordeño de esa misma noche. Por eso, él era de los partidarios de continuar con el paro hasta que la industria realizara propuesta concretas. Asegura que «polo momento teño a sensación de que non conseguimos nada, que todo é rollo».
Con respecto al apoyo de los ganaderos, asegura que la mayoría «quedaron na casa», aunque considera que hubieran acudido a los piquetes si se hubieran visto obligados a tirar la leche de los tanques.
Almacenamiento
En la zona no hubo muchos casos como los de Rafael Amarelle. De hecho, la mayor parte de los ganaderos consiguieron formas de almacenar su producción un día más de lo habitual. Incluso algunos lo hicieron en las propias cisternas de las empresas de transformación. Este productor coristanqués cree que la huelga se realizó en el mejor momento, cuando había escasez de producción.
Lo mismo opina José Manuel Gil, de Ponteceso. Él produce para Leyma Natura y también sabe que la empresa apenas tenía ya reservas. A pesar de que desconfía de las industrias, señala que se lograron cosas importantes, «o principal é que sentamos ao presidente da Xunta a negociar». Tiene claro que aún habrá que trabajar mucho para conseguir mejoras para los productores, pero considera que «tirar o noso traballo tampouco é a saída». También pasó muchas horas en los piquetes, pero afirma que el esfuerzo realizado «compensa». Reconoce que el sector no es especialmente luchador, por lo que el hecho de haber dejado sin leche a las industrias fue un gran avance. Considera que esa forma de actuar marcó una gran diferencia y fue fundamental para que el público conociera el problema de los granjeros.