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Las cometas para recordar el «Prestige» esperarán a febrero

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Los asistentes recogieron decenas de kilos de plásticos.
Los asistentes recogieron decenas de kilos de plásticos. alvela< / span>

Los voluntarios, que ayer solo pudieron ensayar, limpiaron la playa de O Rostro

06 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La idea del artista mallorquín Martí Monjo, que pretendía cubrir el cielo de la playa fisterrana de O Rostro con decenas de cometas negras para recordar el impacto de la marea negra del Prestige, tendrá que esperar, en principio, hasta febrero. Ayer por la mañana, el viento que habitualmente sopla con fuerza en el arenal no quiso aparecer, y el entusiasmo de Monjo y el cerca de medio centenar de voluntarios que habían acudido para ayudarle se vino abajo, al igual que las telas de las birlochas, que no se despegaban del suelo pese a los esfuerzos.

Llegadas las 13.00 horas, el promotor de la iniciativa, que no pudo venir a limpiar el fuel en su día y que de esta manera quería rendirle su particular tributo a la Costa da Morte, juntó a los presentes para agradecerles la colaboración y disculparse por la decepción generalizada.

Las caras largas duraron solo unos segundos, las cámaras de fotos que esperaban para captar la espectacular escena volvieron a sus fundas y, casi de manera automática, todos los que iban a volar cometas se convirtieron en limpiadores ocasionales de la playa. Algunos de los colaboradores del mallorquín, que llegaron de Vigo, Pontevedra, Ourense y también de la comarca, sacaron bolsas de basura que poco a poco se fueron llenando de plásticos, redes, trozos de cajas y todo tipo de suciedad que el mar de fondo de los últimos días había arrastrado hasta O Rostro.

Ante la mirada del concejal Santiago Insua y de los voluntarios de Protección Civil que también acudieron a la playa, el viento parece que quiso premiar el altruismo de los presentes y levantó una consistente brisa, que no llegó para completar la actividad, pero sí para hacer un ensayo y tener una primera idea de lo que será en su día si las condiciones acompañan. La fecha está todavía por determinar. «Pensamos en febrero para repetir a ver que tal», decía Martí Monjo, que al menos ha visto como su iniciativa encontró una amplia respuesta.