El petroglifo de Camelle ha interesado a los expertos

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Varios arqueólogos están bastante seguros de que el grabado de Can Ladrón se realizó en la etapa prehistórica

09 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Arqueólogos consultados por este periódico mostraron su interés por el supuesto petroglifo hallado por el joven de Camelle Esteban Petrallo en el monte Can Ladrón. El catedrático de Prehistoria de la Universidade de Santiago Ramón Fábregas Valcarce comentó que parecía bastante clara la mano del hombre en el diseño. Señaló, sin embargo, que habrá que desplazarse hasta el lugar para confirmar que se trata de un grabado. Señaló que es una mala praxis arqueológica realizar valoraciones a utilizando fotografías «porque as sombras e as formas naturais pódenche facer ver o que non hai». A pesar de ello, reconoció que «dá a impresión de que alí hai un círculo gravado que ten outro máis pequeno adosado», lo que coincidiría con las formas más habituales de los petroglifos.

Fábregas Valcarce señaló que la zona de la Costa da Morte es muy poco prolífica en este tipo de representaciones rupestres, pero reconoció que en los últimos años se han realizado hallazgos inesperados. Uno de los más llamativos es el conjunto de monte Xestoso, entre los municipios de Laxe y Vimianzo. Ramón Fábregas participó en el estudio de este yacimiento en el que hay escenas de caza, con figuras de animales y otras antropomorfas.

También al arqueólogo Manuel Lestón, el petroglifo le parece genuino, aunque reconoce que «habería que velo en directo xa que algunhas veces a composición das rochas adopta diposicións caprichosas». Señala que el Can Ladrón es un buen lugar para realizar una visita exploratoria, con el fin de comprobar la autenticidad del yacimiento.

Una opinión muy parecida es la del historiador Pablo Sanmartín. También consideró que el grabado tiene todo el aspecto de un petroglifo, pero coincidió con sus homólogos en que es necesario acudir al lugar para realizar las oportunas comprobaciones.

En el caso de que finalmente se reconozca que el hallazgo de Esteban Petrallo es efectivamente un gravado rupestre, sería necesaria su catalogación, con el fin de preservarlo de posibles intervenciones. Por la zona en que se encuentra, el mayor peligro podría constituirlo un parque eólico, cuya construcción es, de momento, remota. Otra posibilidad es la extracción irregular de rocas. En toda la zona hay signos de que durante años se realizó esta actividad. Los más evidentes son agujeros en la roca para la colocación de cargas de dinamita, entre otros daños.