Ajena a los debates políticos sobre el futuro de los paradores en España, la empresa pública Tragsa sigue adelante con los trámites para la construcción del de Muxía, en Lourido. Desde hace meses se suceden los anuncios de licitaciones de las diversos componentes y fases de la obra, y recientemente se ha dado un paso más. En concreto, para el suministro de tubería de PVC y de polietileno de alta densidad (PEAD).
Este proyecto salió a concurso por 79.116 euros, pero la empresa ganadora se lo ha llevado prácticamente por la mitad, 40.882, una oferta a cargo de ABN Pipe Abastecimientos.
Pendientes
Por otro lado, Tragsa tiene aún pendiente la adjudicación del servicio de control de calidad de los trabajos. El precio máximo es de 168.000 euros, y el plazo de ejecución, 1.080 días, los tres años aproximados que se calcula que durarán los trabajos.
El transporte de materiales (90.780 euros), o la adquisición de hormigón en planta (661.000) y de acero corrugado y malla (574.000) ya fueron adjudicados en el último trimestre del año pasado. Con todo, aún quedan otras obras y servicios pendientes.
Hasta el momento se han realizado los desmontes de las terrazas que acogerán el parador, diseñado para ir en pendiente. La cimentación ya debería haber comenzado, pero el mal tiempo ha retrasado hasta febrero estas labores, según explicaron ayer desde el Concello.
La financiación del proyecto está asegurada, o al menos eso parece, gracias al crédito ICO logrado por la matriz de Tragsa para estas obras. Durante este año, según el cronograma previsto, la inversión debería alcanzar los 10 millones de euros, y para el 2014, ya en la fase definitiva del hotel, rozaría los 10 millones.