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El Camiño a Fisterra y Muxía alcanza sus máximos históricos

[MARCOS RODRÍGUEZ]

CARBALLO

La polémica de los albergues irregulares genera preocupación dentro del sector

04 dic 2013 . Actualizado a las 19:51 h.

[J. V. lado] Polémicas aparte, que las hubo y muchas, incluso con intentos de boicot bastante descarados, el Camiño de Fisterra se ha consolidado a lo largo de la última década de una manera difícil de predecir incluso para los más optimistas. Dentro de esa evolución siempre positiva esta temporada de peregrinaciones, de la que ha pasado la época más álgida centrada en los meses de verano, ha sido para muchos profesionales la más fructífera de cuantas se recuerdan en la Costa da Morte.

Salvo en Fisterra, donde la tendencia es a la estabilización e incluso algunos especialistas hablan de sobreoferta de alojamientos, en el resto de localidades por las que pasa la ruta, sobre todo las que son final de etapa, na paran de surgir nuevos establecimientos todos con un razonable éxito.

Este florecimiento también ha venido acompañado de algunas disfunciones. Las mayores las ha destapado la Guardia Civil de Corcubión con una labor de inspección a gran escala que se ha saldado con el cierre de ocho negocios ilegales y la interposición de varias decenas de denuncias.

Estas actuaciones recibieron el aplauso generalizado por varias entidades que venían reclamándolas desde hacía años y numerosos hosteleros denunciaban prácticamente a diario lo que consideran una competencia desleal.

Sin embargo, el hecho de se centrase únicamente en los municipios de Dumbría, Cee, Corcubión y Fisterra también ha generado muchas suspicacias y voces críticas, como las de Xan García, uno de los impulsores de la ruta desde la secretaría de Neria, quien considera que la operación policial ha sido utilizada en determinados foros para desprestigiar el destino fisterrán en favor de otros en los que se cometen, como mínimo, las mismas tropelías.

Los propios guardias ya aclararon que ellos se habían ocupado de la zona que les compete y que no dan la tarea ni mucho menos por finalizada porque consideran que harán falta nuevas campañas para erradicar las malas prácticas.

Al margen de las conductas directamente ilícitas hay otras difíciles de calificar como tal pero que no soportan el más benévolo de los análisis éticos.

La captación de clientes a cualquier costa ha dado lugar a lo que se podría denominar la caza del peregrino, que se había visto antes en otras muchas rutas por todo el mundo y que también ha llegado a la Costa da Morte con acciones poco edificantes. La pugna por transportar las mochilas de los caminantes y así asegurarse su estancia en determinado albergue están a la orden del día y la captación, sobre todo en Fisterra, a pie de calle, con escandalosas discusiones entre los responsables de alojamientos sin permiso, tampoco dan la mejor imagen de la zona.

La presidente de Amigos do Camiño y hospitalera del albergue público fisterrán, Begoña Valdomar, ha hecho en los últimos meses, incluso años, numerosos llamamientos a las autoridades y los profesionales del sector para la elaboración de planes de actuación, velar por las buenas prácticas y evitar que tanto la masificación como las irregularidades destrocen una ruta mágica.

Al igual que Valdomar son muchos, sobre todo los que llevan más años en este mundillo, los que creen que el futuro del Camino Jacobeo pasa por conservar su esencia que tiene mucho de espiritualidad y de realización personal.

«Un peregrino non é un turista», acostumbran a decir para que quede claro que, o se respeta su esencia o se estaría matando la gallina de los huevos de oro, no solo en lo económico, sino también en lo cultural, lo social y todos los beneficios que trae este bien patrimonial.

Los profesionales advierten del riesgo que supone una excesiva mercantilización

La Guardia Civil anuncia nuevas campañas para combatir los negocios ilegales

Todos las rutas del Camiño tienen su importancia paisajística, patrimonial e incluso antropológica, pero la combinación de un entorno rural poco intervenido por la acción humana con la costa de moldean las aguas del Atlántico hacen de las siete etapas que forman las variantes a Fisterra y Muxía un conjunto mágico difícil de igualar. Desde Santiago a Olveiroa (Dumbría), por Negreira y luego los senderos hacia Fisterra, por Corcubión, o directamente a Muxía; junto con las dos etapas que enlazan los destinos fisterrán y muxián por la costa con parada en Lires (Cee) están entre las más aclamadas por los peregrinos que se deciden a completar el Camino en toda su dimensión. Los comentarios, tanto en los foros generales de viajeros como en los más especializados hablan de excelencias paisajísticas, gastronómicas y, sobre todo, de una tranquilidad que no se encuentra en otros tramos.

Un caminante pasa por el monumento al peregrino, ya de regreso del Cabo Fisterra.