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La tradición pudo más que el mal tiempo

T. Longueira / P. Blanco CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Los niños de Vimianzo recibieron al Apalpador y, los de Seaia, en Malpica, a Papá Noel.
Los niños de Vimianzo recibieron al Apalpador y, los de Seaia, en Malpica, a Papá Noel. fotos < / span>a. garcía< / span>

26 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La Navidad tiene tanta fuerza y tanta tradición que ni los vientos racheados, ni la lluvia ni el granizo puede con ella. El aire derribó algunas de las figuras del belén inaugurado el martes por la parroquia San Xoán Bautista de Carballo, como las de los Reyes Magos, pero ya se han repuesto. También esta misma parroquia, encabezada por el párroco José García Gondar, celebró anteayer la tradicional cena de Nochebuena junto a 24 personas en el comedor social. Algunos invitados viven solos, otros sobreviven gracias a Cáritas y otras entidades sin ánimo de lucro. El menú, sorpresa asta ese día, consistió en unos entrantes a base de paté. Luego se sirvieron langostinos, cordero y, de postre, turrón. La fiesta duró hasta pasada la medianoche.

En Vimianzo, hablando también de tradición -no solo las de los belenes vivientes, que ayer hubo varios-, los pequeños recibieron el martes de Nochebuena la visita del Apalpador. En Seaia (Malpica) contaron con la visita a Papá Noel en la Casa da Cultura. Unos y otros, a buen seguro, les hicieron sus peticiones, recibiendo algún dulce a cambio. Así, al menos, lo hicieron los niños de Xornes (Ponteceso). Tal y como cuenta Mar Durán, presidenta de la asociación de vecinos, se celebró el 24 y «fue un éxito». «Asistieron muchos niños a los que Papá Noel les dio regalos y un montón de caramelos, además de la sorpresa de poder hablar con él», explica. También hubo chocolate y bizcocho: para niños y adultos.