La jornada transcurrió en granjas de Cerceda y Frades que sí se adecúan al entorno, aunque son muy diferentes
27 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Setenta personas participaron ayer en una jornada sobre instalaciones ganaderas organizada por Fonteboa. Las charlas consiguieron abrir un debate sobre los modelos de construcción de establos que se adecúan a la normativa y que deberían sustituir a las construcciones de bloque visto que son mayoría en la zona.
Sobre la adecuación al paisaje habló el ingeniero agrónomo José Manuel García, quien aseguró que con pocos detalles se puede conseguir causar mucho menos impacto en el medio. Una de las medidas es el pintado de las paredes y la otra el ajardinamiento del entorno.
En Cerceda la actividad se desarrolló en la SAT Xesbar, que echó a andar a finales de julio y que tiene un establo para unos 200 animales realizado con estructura ligera. La entidad está formada por cinco socios y pronto se incorporará otro. Todavía quedan más de 100 reses repartidas en dos cuadras clásicas, pero pronto se ampliará la nave. El representante de la entidad, José Bello, expuso su experiencia.
También lo hizo Francisco Manuel Pumariño, de Frades, que hace apenas dos años levantó una cuadra también para unos 200 animales, pero de hormigón. En este caso eligió planchas prefabricadas, por lo que ya solicitó las paredes pintadas de fábrica, con lo que cumple con la legislación contra el feísmo.
La instalación de Francisco Manuel Pumariño también es especial porque no tiene ninguna columna a pesar de ser de 42 metros de largo, lo que obligó a traer vigas de esa medida. .
Otra de las ponencias, más técnica que las anteriores, corrió a cargo del veterinario de Seragro José Luis Míguez. El técnico realizó un repaso sobre el diseño de las salas de ordeño. Aseguró que lo más importante es tener en cuenta tanto el trato que se da a los animales como la cantidad de personal que trabaja en la instalación. Señaló que los ganaderos deben tener en cuenta sus necesidades y no tanto las indicaciones de los vendedores. Es más importante el manejo que la modernidad de la sala de ordeño. Afirmó que es mejor formar a las personas que deberán trabajar en ella que adquirir un modelo más avanzado.