La prehistoria del colegio Xosé Pichel

Á. Palmou CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

JOSE MANUEL CASAL

Alumnos, padres y profesores del centro coristanqués convierten un pasillo en una caverna

22 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hachas, arcos y flechas, dólmenes y menhires y una gran caverna en la que no faltan las pinturas rupestres permiten estos días a los alumnos y profesores del colegio coristanqués Xosé Pichel viajar en el tiempo para zambullirse en la prehistoria.

Su peculiar gruta, bautizada como Cova da Traba y que ocupa todo un pasillo del centro, y la exposición que la complementan son la cara más visible de una iniciativa educativa que se viene desarrollando durante todo el curso y que, según cuenta el director del colegio, Carlos Fernández, está teniendo muy buena acogida.

De forma transversal -es decir introduciendo los contenidos relacionados con la prehistoria en las materias más diversas, desde las matemáticas a la lengua, e incluso en celebraciones como el pasado entroido- los profesores han despertado el interés de los alumnos que participan en el proyecto -todos los de educación infantil y varios grupos de primaria- por ese período implicando también a los propios padres.

Estos últimos y sus hijos han sido los encargados de dar forma a las herramientas y objetos que se pueden ver en la exposición anexa, y en cuya elaboración han empleado materiales diversos: desde piedras a madera pasando por cuerdas y barro.

Con papel, convenientemente arrugado para darle la apariencia de la piedra, los profesores y el equipo de educación plástica y actividades extraescolares dieron forma durante la última semana a la Cova da Traba, que muchos docentes y alumnos han de atravesar a diario para acudir a las aulas.

otras formas de educar

Las familias se han implicado de forma muy activa en esta iniciativa trabajando con los niños para confeccionar las distintas piezas que adornan la caverna del colegio coristanqués.