Una inmensa roturación agraria contamina el agua en Vimianzo

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Los terrenos denunciados, en Santa Cristiña de Berdoias.
Los terrenos denunciados, en Santa Cristiña de Berdoias. José Manuel Casal

Afecta fundamentalmente a los lugares de Santa Cristina y A Devesa

29 nov 2014 . Actualizado a las 11:35 h.

La conversión en tierras agrarias de una inmensa superficie forestal de la parroquia de Berdoias (Vimianzo) ha contaminado supuestamente el riachuelo en el que se capta el agua de la traída municipal, con lo que los problemas de turbidez afectan fundamentalmente los vecinos de los lugares de A Gándara (Carnés) y Santa Cristiña (Berdoias).

Ya no es la primera vez que ocurre, porque recientemente el Ayuntamiento tardó casi una semana en devolver la normalidad al servicio, debido a la tierra arrastrada hacia al acuífero por las lluvias, como consecuencia de los trabajos que dos ganaderías de Muxía, que adquirieron los terrenos propiedad de la familia Blanco Rajoy, están llevando a cabo para convertir ese espacio en praderas y cultivos de maíz forrajero.

Sin embargo, ayer las cosas pasaron a mayores, las quejas vecinales se multiplicaron y tomaron cartas en el asunto tanto la Policía Autonómica como el Seprona de la Guardia Civil, que desplazaron patrullas a la zona.

La parcela en cuestión, de unos 3.000 ferrados (127 hectáreas aproximadamente) está localizada en un alto comprendido entre los montes de Vilaseco, Ogas y Carnés y, según todos los indicios, la escorrentía de las laderas es lo que ha propiciado que la tierra llegue a la traída.

Varios vecinos consultados, que pidieron la reserva de su identidad, critican además que en la zona no se esté llevando a cabo una simple roturación, sino movimientos de tierras considerables, con desplazamiento de masas importantes de rocas. Temen además que una vez establecida la pradería lo que llegue al agua -la municipal en este caso, porque la mayoría disponen de una traída propia procedente de una fuente- sea el purín y los fertilizantes empleados en la actividad agraria.

Otra de las quejas, es la supuesta afectación de un camino público -el principal enlace entre A Devesa, Santa Cristiña y Vilaseco antes de existir la carretera-, que aspiraban a recuperar.

Incluso algunos destacan que en esa zona había formaciones rocosas naturales, en muchos casos ya dañadas con anterioridad para construir casas y otras obras, que no tenían nada que envidiarle a las de Pasarela.

El propio alcalde de Vimianzo, Manuel Antelo, también se mostró ayer visiblemente molesto con este asunto, por la reiteración de los problemas y porque, a su juicio, aunque los ganaderos tengan permisos, «iso non lles dá dereito a contaminar un río» y la autorización para establecer una pradera tampoco posibilitaría «a inmensa explanación de terreo que se está a levar a cabo ou escolleras de catro ou cinco metros de alto».

Añade además, que nada les permite saber si allí existían «xacementos arqueolóxicos» que pudiesen quedar arrasados y atribuyó el origen de este asunto hay que buscarlo en «unha sociedade case feudal» que permitió a una sola familia acumular medio municipio en propiedades.