Las propuestas sobre el idioma dividen al grupo del PSOE de Cee y dejan a Rivas fuera de las comisiones
CEE
La portavoz Margarita Lamela explica que las directrices de partido son las que importan
10 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«Si te presentas a las elecciones por un partido político sabes que las directrices del partido prevalecen sobre los principios personales». Así de clara se mostró ayer la portavoz del PSOE de Cee, Margarita Lamela, sobre los motivos que le llevaron a apartar a su compañero de grupo, Modesto Rivas, de las comisiones municipales de las que formaba parte porque, según explica, la posición del partido al respecto de las últimas iniciativas relativas a la lengua «no es la de Modesto».
Con la ordenanza municipal de promoción del uso del gallego que no llegó a aprobarse, Lamela votó con su compañero no porque tuviese una posición ideológica contraria a la medida sino porque «presentaba dudas respecto a su legalidad» y estuvo de acuerdo en que se pidiese un informe jurídico al respecto.
Sin embargo, lo ocurrido en la última comisión de Cultura, de la que formaba parte Rivas, respecto a una moción del BNG relativa al incumplimiento de la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales, sí ha roto de lleno con la posición del partido y además sin que la portavoz, según dice, tuviese conocimiento de ello. De hecho, Lamela asegura que tenía una moción similar del PSOE para presentar y que no lo hizo precisamente porque ya la llevó el BNG.
En esa comisión, a propuesta de Plácido García, de Ciudadanos, se acordó crear una mesa de trabajo al respecto, algo que el edil socialista respaldó porque, a su juicio, el BNG a través de la Mesa Pola Normalización Lingüística, que ve como un instrumento del partido, está «engañando a la gente» con este asunto y el PSOE se está «dejando engañar». Explica que, en primer lugar, no se puede presentar el tema como novedoso porque «por desgracia ya llevamos muchos años con este rollo» y ya lo abordaban hace por lo menos un lustro cuando él estaba en la CIG.
Explica que la carta no es un tratado europeo al uso, que en España lo firmó Aznar en el año 2001 pero que hay otros países, entre ellos Francia, que no lo ha hecho, y tampoco implica sanciones a los estados incumplidores.
Sí coincide con el BNG en que no se está cumpliendo y se muestra partidario de que se haga, pero los motivos y el enfoque de esa vulneración son diametralmente opuestos porque, a su juicio, los nacionalistas tergiversan lo que dice el propio documento y los dictámenes del Consejo de Europa a voluntad. «Siempre ponen el ejemplo de Finlandia, Gales y Eslovenia», dice Rivas, cuando las sociedades y las razones de la aplicación de la normativa en estos países no tienen nada que ver. En el caso de Finlandia el otro idioma en cuestión es el sueco y en Eslovenia el italiano, en ambos casos por la existencia de minorías hablantes de esas lenguas que tienen reconocido el derecho a escolarizar en ellas a sus hijos.
«En nuestra sociedad no se permite la segunda lengua vehicular», resalta el edil, por lo que el problema reside, y eso es lo que dicen desde Europa en que no hay escuelas suficientes íntegramente en gallego para «los alumnos cuyos padres así lo deseen», que es para él la clave de todo y lo que en España no está permitido. De ahí que incida en que partido no puede «pedirle a los militantes que miren para otro lado» si eso supone incluso incumplimientos legales.
Sentencia
Respecto a la ordenanza del gallego, Rivas cita una sentencia reciente del TSXG respecto a un texto similar del Concello de Lugo denunciado por Galicia Bilingüe, en la que se anula una «parte sustancial» de la citada ordenanza. Los aspectos rechazados por los magistrados en gran medida coinciden con las críticas que expuso el concejal en el pleno de Cee a este respecto y que tanta polémica levantaron en su momento.