Numerosos fuegos y restos de toda clase afean el Cabo Fisterra

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

SANTI GARRIDO

Las acciones de deterioro del emblema de la Costa da Morte se mantienen en el tiempo sin que se le ponga freno

09 mar 2016 . Actualizado a las 11:12 h.

Pasan los años, pero los problemas de la punta del Cabo Fisterra, adonde cada día llegan centenares de personas (en fechas clave, miles; una buena parte, peregrinos) se mantienen. Una inspección tranquila, no exhaustiva, por todo el entorno, permite comprobar que los lugares en los que se hace fuego van a más. Hay decenas, pese a las advertencias e indicaciones que se les dan en los albergues. En algunos casos, las llamas se escapan a los tojos del entorno. También siguen esparcidos ropa y zapatos de los caminantes. El Concello realiza limpiezas con regularidad, pero la costumbre puede más. Como las prendas en los postes más altos: cada pocas semanas, se llenan hasta el extremo más alto. Las bases están llenas de pintadas e inscripciones. El quemadero oficial, al lado de la bota de bronce (al principio había dos), apenas se usa. El situado al lado de la cruz, que nunca fue tal, o para de crecer. Los candados de amor (o lo que sea) en los ganchos van a más. La cámara web llevaba meses sin colocar, y justamente ayer la pusieron de nuevo (ha tenido muchos problemas en los últimos doce años, y de todo tipo). El Semáforo y el bar O Refuxio siguen cerrados. El poste de la paz, dañado. Al menos el cruceiro de la explanada ha sido repuesto, una de las imágenes más aprovechadas por los visitantes para las fotos. Y la pared de las placas sigue con las mismas.

Por todas partes. Imposible contarlos ya, hay decenas de restos. Y una amplia superficie forestal quemada, por cierto.

Cada vez mayor. Comenzó casi de casualidad, hace unos años, y cada vez es más grande. Las llamas también se propagan hacia la talla del apóstol, situada en el lateral de la cruz, en cuya base (y alrededor) algunos incluso hacen fuego. Una placa recuerda a un fallecido.

Acceso prohibido. Durante años, una señal de prohibido el acceso rodado al faro estuvo tapada. Ahora ya fue retirada.

Abandonos. Pese a que las retiradas de material abandonado son constantes, siempre hay restos por todas partes.

Repuesta ayer. Llevaba unos ocho meses el poste esperando por la cámara web de la CRTVG. Ayer la pusieron de nuevo.

En todos los postes. Ninguno se libra de las pintadas. Y con regularidad, las torres aparecen cubiertas de ropa.

Sigue cerrado. Debería ser un emblema turístico, igual que O Refuxio. Ambos siguen cerrados.

Presencia constante. Muchos, y de numerosos países. Y no solo músicos. Casi todos piden dinero.