La apertura de O Refuxio reduce la falta de servicios en el cabo Fisterra
FISTERRA
La taberna mariñeira abrió ayer con gran éxito. Para O Semáforo habrá que esperar
20 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los peregrinos y visitantes que lleguen ahora al cabo Fisterra podrán tomarse un café, una tapa o una simple botella de agua a cubierto. «A xente chegaba aquí e sorprendíase, porque non tiñan nada, non se entendía», dice el empresario Jesús Picallo. Cumplió sus previsiones: O Refuxio, «unha taberna mariñeira cun contido gastronómico local que tamén xira en torno a ese aspecto mariñeiro», abrió ayer, tras veinte días de trabajos. El día en el que el pleno fisterrán adjudicó de manera definitiva a su compañía, NCC Galicia S. L., estos complejos turísticos ubicados en pleno cabo Fisterra, Picallo ya estimaba que esta parte podría estar en marcha entre el 15 y el 20 de este mes de julio. La rama hotelera, O Semáforo, es más compleja, por lo que habrá que esperar. Fue un largo proceso, incluyendo conflictos políticos, técnicos y jurídicos -la primera adjudicataria renunció a la concesión-, pero ahora un apartado ya está en marcha. «Leva cheo toda a mañá», detallaba ayer Picallo, cuando apenas habían transcurrido horas de apertura de O Refuxio. El flujo de visitantes «nun lugar mítico coma este» crece además exponencialmente en verano.
Sonido de la vaca
Asegura el empresario que de lo que se trata es de «darlle un servizo e unha atención á xente, para que poida tomar e picar algo». La reforma que se hizo refleja la idea del cambio. En principio, serán tres personas, con dominio de idiomas, las que atiendan la taberna, dando respuesta a la multiculturalidad que llega hasta este finis terrae. El de ayer fue para Picallo, en cierto modo, «un día histórico». El componente de interpretación estará asimismo muy presente en esta taberna, detalla: «A xente poderá escoitar música galega, por exemplo, moi suaveciña, tanto agora pola mañá, como pola tarde, coa posta de sol». De hecho, indica que también tienen prevista alguna sorpresa, como la intención de recuperar -virtualmente, claro- el sonido de la vaca de Fisterra, realmente emblemático y reivindicado por muchas voces de la Costa da Morte, precisamente el ámbito de actuación de la compañía. De momento, no obstante, aún no es posible. Al frente del proyecto, dice Picallo, «como capitán», estará su hijo, Jacinto, técnico diplomado en hostelería. Para el desarrollo de las actuaciones se han apoyado en una consultora, de modo que fueron asesorados en cuestiones de formato, decoración, diseño o, también, la página web.