El Celta ya tiene entrenador para la próxima temporada, así que ahora la asignatura urgente es perfilar la plantilla con la que buscarán pasar una temporada tranquila en Primera. Desvelado el nombre del técnico, se amontonan las especulaciones respecto a que podría llegar acompañado de varios jugadores gestados en La Masía, puesto que en algunos casos trabajó con ellos durante su etapa al frente del Barça B, y no le cuesta en exceso dar oportunidades a los más jóvenes cuando ve calidad.
El nombre de Rafinha es el que más suena para el vestuario celeste. A punto estuvo de llegar en el mercado de invierno, pero su cesión se frustró. Si el Barça, como todo apunta, quiere cederlo, Vigo sería el destino idóneo, ya que presumiblemente tendría minutos, y trabajaría con Luis Enrique, el técnico que le hizo debutar en Segunda y en el que confió el propio club catalán. Los vínculos familiares también jugarían a favor de la llegada del atacante.
Otro nombre que se vinculaba desde Barcelona al club céltico es el del defensa Iván Balliu, al que el propio técnico hizo debutar en el filial en blaugrana, y que finaliza contrato este mes.