Barcelona-Celta: Velada nostálgica en el Camp Nou

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Luis Enrique acapara el foco de la visita del Celta a un Barça que ha recuperado el pulso

26 mar 2014 . Actualizado a las 18:57 h.

Rafinha no estará, pero la visita del Celta esta noche al Nou Camp está cargada de nostalgia y de morbo, con Luis Enrique acaparando el foco. Diez años después de una despedida como futbolista rodeado de un mar de emociones, el que fuera capitán del Barcelona vuelve como técnico rival. El día que los culés podrían recuperar el liderato.

La alargada figura de Lucho marca un partido decisivo para el cuadro local luego de reengancharse a la Liga con el triunfo en el Bernabéu, y estimulante para un Celta apretado de nuevo en la clasificación, que quiere complicarle la vida al Barça, pero consciente de que no tiene nada que perder. De hecho, la idea es no quemar todas la naves a sabiendas de que el sábado afrontarán un partido más terrenal ante el Sevilla en Balaídos.

Sin embargo el escenario y el guión es tan goloso que resulta difícil renunciar al sueño. Muchos son los que colocan a Luis Enrique como el próximo entrenador del Barça, y nada mejor que explotar la mejor versión del Celta en el Camp Nou para pasear un catálogo balompédico cuyo patrón no dista ni un centímetro de la filosofía culé.

De no ser por la sideral diferencia de protagonistas, la contienda sería un choque entre clones, aunque en esta ocasión el Celta asume que tendrá que vivir sin el balón y que las transiciones rápidas son su esperanza de éxito ante un equipo que sólo dará descanso a Xavi. El resto de los jugones azulgranas están en la lista de Martino.

Porque hasta parece más previsible adivinar el once del Barça que el vigués. Bartra y Pedro se perfilan como las principales novedades con respecto al partido del Bernabéu. Sin embargo, al encuentro del Camp Nou le faltará uno de los reclamos más importantes, Rafinha. El hispanobrasileño cedido por el Barça en el Celta no se recuperó a tiempo y no entró en la convocatoria. La artritis en el primer dedo del pie izquierdo le ha jugado una mala pasada. Sin su magia, que deslumbró ante el Real Madrid a domicilio, el Celta pierde su capacidad de desborde en el uno contra uno -esa especie en extinción para los pequeños desde que el fútbol ha proclamado su desigualdad-. Krohn-Dehli, a quien el Comité de Competición confirmó la sanción, es la otra baja celeste.

Por contra, Luis Enrique recupera a Cabral y Aurtenetxe tras cumplir la sanción y los dos le pueden dar músculo defensivo al equipo. En el caso del vasco, incluso como lateral, lo que abriría la puerta a Íñigo si al final Fontás avanza hasta la medular. No obstante, hay que tener en cuenta que en el precedente de octubre, Andreu fue uno de los que tuvo descanso en la cita intersemanal. En ataque, Santi Mina parece la alternativa.

Pese a la desigualdad, Luis Enrique no variará el ADN celeste, con descaro y verticalidad, pero sabiendo que cualquier remota posibilidad pasa por ser efectivo en las dos áreas. Frente al Barça, ahora candidato a todos los títulos, y con Messi en su mejor versión, solo cabe la perfección. Necesaria, teniendo en cuenta de que los triunfos mediáticos no sirven para las cuentas de la salvación.