La falta de continuidad lastró el juego del equipo vigués
19 oct 2014 . Actualizado a las 11:07 h.El Celta sumó un valioso punto en San Mamés en un partido que empezó de la peor manera cuando Aduriz, desde el punto de penalti, ponía por delante a los suyos a los seis minutos de juego. La intensidad del Athletic, que se animó con el gol, se hizo notar durante la primera hora del choque con una clara superioridad de los leones en ese período, pero el Celta no se rindió y encontró premio en una genialidad de Nolito.
Once
La propuesta esperada. No hubo sorpresas en el once escogido por Berizzo, el habitual salvo el cambio obligado por la ausencia de Fontás: Sergi Gómez formó la pareja de centrales con Cabral. No hubo rotaciones en el centro del campo pese a que tanto Krohn-Dehli como Radoja habían disputado 180 minutos con sus selecciones durante el parón liguero. Ninguno de los dos estuvo a su nivel habitual y el equipo lo acusó.
Cambios
El banquillo dio aire. Berizzo movió banquillo y el Celta mejoró. El primero en entrar fue Pablo Hernández, que sustituyó a un Krohn-Dehli agotado y ofreció sus mejores minutos desde que viste la camiseta celeste. Poco después, el Toto dio entrada en sustitución de Álex a Charles, lo que propició que el equipo jugara con dos delanteros durante un breve período de tiempo, pues Larrivey fue el siguiente relevado para dar entrada a Borja Fernández, lo que supuso la recolocación de Radoja.
Planteamiento
Sufriendo sin balón. El Celta recibió el gol a los seis minutos, antes de que tuviera tiempo a entrar en el partido. Le costó hacerlo luego, con un Athletic intenso, que presionaba con acierto cada salida de balón céltica e impedía a los vigueses armar su juego. Sin pelota, el equipo visitante no se encontraba a sí mismo y pudo incluso haber recibido más goles fruto de la fragilidad mostrada en defensa. Con el paso de los minutos, los vizcaínos fueron dejando más espacios y el Celta creció en el último tramo del primer acto, llegando a crear peligro por mediación de la conexión Orellana-Nolito. El pitido final del intermedio llegó en el peor momento, cuando los de Berizzo se disponían a iniciar una contra.
Juego
Un partido falto de continuidad. Al Celta la faltó continuidad en su juego. El Athletic presionaba cada salida de balón de los vigueses, que incapaces de hilar jugadas, perdían el balón a la mínima y parecían impotentes a la hora de intentar crear peligro. Pero tampoco los bilbaínos lograban sentenciar, en parte gracias a las acertadas intervenciones de Sergio. En el segundo tiempo, el conjunto de Valverde salió a intentar atar el resultado, y las ocasiones brillaron por su ausencia.
Gol
Una contra que valió un punto. Los célticos comenzaron perdiendo por segunda vez, pero con resultado diferente al choque frente al Villarreal en Balaídos. Aunque los mejores minutos celestes habían sido al final del primer acto, fue mediado el segundo cuando un error del Athletic concede una contra al Celta que Nolito aprovecha para poner tablas. En los minutos finales, el Celta pudo hacer el segundo ante un rival que justificó por momentos su posición en la tabla.