El pontevedrés escribe su nombre en el palmarés de la prueba por tercera vez
14 dic 2014 . Actualizado a las 22:47 h.José Antonio Ramallo se ha convertido en el rey del atletismo vertical. Por tercera vez en sus nueve años de existencia, el pontevedrés con licencia del San Miguel de Marín se hizo con el triunfo en la Subida ao Castro viguesa. Lo hizo aguantando el mano a mano que le propuso Rafa Fuentes desde el primer peldaño hasta casi el 523 que coronaba la ascensión al Castelo de San Sebastián. Menos exigido, aunque igual de duro, fue el triunfo femenino para Sandra Mosquera, que debutaba en la carrera.
«Me adapto bien a pesar de que yo soy más fondista que velocista y en esta prueba se necesita mucha fuerza», comenta Ramallo sobre su adicción al cajón más alto del podio en la Subida ao Castro. Sin embargo, la edición del 2014 no fue nada fácil para el ganador. Fuentes y Bargiela le plantaron cara desde el principio, el atleta del Athetics Smooy Team incluso le sacó cinco y seis metros en territorio llano y cuando comenzó la ascensión se planteó una batalla que a la postre resultó definitiva. «Rafa Fuentes impuso un ritmo en el llano infernal, que por suerte solo fui capaz de perseguirlo y lo cogí al entrar en la zona vieja, después nos fuimos equivocando los dos en los pasos, de hecho a mitad de camino de subida nos fuimos por un sitio que no era y tuvimos que volver para atrás». Ya cerca de la línea de meta, el pontevedrés pudo dar el hachazo definitivo y evitar un esprint para el que casi no quedaban fuerzas. Por detrás, a tres segundos de desventaja, llegó Fuentes y a continuación Daniel Bargiela completó el podio.
Triunfo de Sandra Mosquera
En mujeres el triunfo de Sandra Mosquera fue más claro, pero igual de duro. La atleta del Comesaña se impuso a Sara Pérez y Sofía Freaza con claridad, pero viéndose obligada a andar en las últimas escaleras ya que las piernas y los brazos apenas le respondían. «Ya sabía que iba a ser una carrera dura, pero no me lo esperaba tanto, al final tuve que subir las últimas escalares andando porque las piernas se me quedaban bloqueadas y ya no iba, ni de brazos ni de piernas».
Era la primera vez que tomaba parte en ella. De hecho participó en contra de la voluntad de su entrenador