Veinte años del ascenso más ardoroso en Riazor

Rubén Ventureira A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El 9 de junio de 1991 el Dépor venció al Murcia con dos tantos de Stoja y subió a Primera División

09 jun 2011 . Actualizado a las 10:43 h.

Hoy hace 20 años que el Dépor logró por última vez el que será el objetivo de la próxima temporada. Fue el día en que la cubierta de Preferencia ardió, la cabra flipó y el equipo ascendió. La victoria sobre el Murcia (2-0) acabó con la longa noite de pedra, con 18 años de ausencia en la máxima categoría.

Stojadinovic: «Espero que no haya que esperar 20 años». El equipo se reforzó en el verano de 1990 con el portero menos batido de Segunda (Yosu, del Sestao), y con siete jugadores que venían de Primera: Kanatlarovski (Estrella Roja), Villa (Gijón), Uralde (Athletic), Albis (Valladolid), Mújica (Real), Albístegui (Mallorca) y Stojadinovic (Mallorca). Este último fue el héroe del ascenso. Atiende el teléfono desde Belgrado: cosas de su oficio de agente de jugadores. «Aún me siento parte del Dépor y he sufrido con el descenso. Tiene que intentar volver a Primera el año que viene, espero que se consiga y no haya que esperar 20 años, porque sería un golpe muy duro para toda la gente», reflexiona.

Recuerda que aquel 9 de junio se vivió «una gran fiesta en la que tuve la suerte de ser el héroe». No considera aquellos goles los más importantes de su carrera. «A nivel personal, fueron más importantes los tres que hice en el último partido de la Liga 86-87 con el Rapid de Viena, que me permitieron ser máximo goleador, porque al poco me fichó el Mallorca. Pero a nivel de club sí han sido los más importantes». El Dépor busca un goleador para la próxima campaña. «Tengo un nuevo Stoja para un nuevo ascenso. Un serbio joven y barato. Que me llamen de ahí», propone.

Fran: «Acabé en calzoncillos». «Teníamos una plantilla buena, muy mejorada respecto a la temporada anterior, cuando caímos en la promoción ante el Tenerife», recuerda Fran. Pese a todo, se sufrió: «A falta de no muchos partidos nadie daba un duro por nosotros, pero hicimos un buen esprint final, subimos y acabamos con aquella maldición que parecía que teníamos encima». En la fiesta en Riazor, Fran regaló su pantalón a un chaval: «Acabé en calzoncillos. Horas después me encontré en el Orzán de copas con el chico al que se lo había regalado: 'Mira, el pantalón del ascenso', me dijo».

Djukic: «Llegué, vi y subí». Qué ojo tuvo Ballesta con Djukic: «Carlos había ido a Belgrado ver a Najdoski, que después fichó por el Valladolid. Pero el día antes jugaba mi equipo, el Rad de Belgrado, y fue a verlo. Le gusté. Recuerdo que yo no quería ir a Segunda, porque tenía ofertas de Primera francesa, y le andaba escapando. Pero al final me convencieron Stoja y Kana, y me marché para ahí», relata el serbio. Djukic ya llevaba cuatro años como profesional del fútbol, dejando atrás su anterior oficio como conductor de excavadoras. «Llegué, vi y subí. Jugué los cinco últimos partidos, ganamos cuatro, empatamos uno y cumplimos el objetivo». «Del día del ascenso me acuerdo de las hormigoneras, del incendio y de que fue un partido duro», concluye.

Aspiazu: «En febrero estábamos descolgados». Aspiazu recuerda el esprint final. «En febrero estábamos descolgados, pero tuvimos unos meses finales tremendos. Así como al equipo que perdió contra el Tenerife le faltaba algo, este era completo. Tenía jugadores que podían resolver partidos. Aún así, costó porque la Segunda era y es dura». Recuerda que el rival era potente: «El Murcia fue primero casi toda la temporada y no subió. Después jugó la promoción con el Zaragoza y se quedó en Segunda».

Sabín Bilbao: «Participé en los dos goles». Sabín Bilbao recuerda su aportación. «El primero es un centro mío que remata Stoja y el segundo empieza en mí y pasa por varios antes de llegar a Stoja. Después, tuve la suerte de hacer el primer gol en Primera del Dépor tras 18 años».