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A Coruña 8 kilómetros, Oza 24

rodri García A CORUÑA / LA VOZ

FIRMAS

El municipio más pequeño y urbano se anexionó al grande, rural y poco poblado

22 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Uno a tres. Esa era la relación entre la superficie de aquella Coruña de finales del siglo XIX y la de Santa María de Oza. La ciudad de apenas 8 kilómetros cuadrados y casi 50.000 habitantes necesitaba crecer y sus regidores tenían muy claro hacia donde: el municipio vecino, que se extendía por unos 24 kilómetros cuadrados ocupados por algo más de 9.000 vecinos.

El plano de aquella ciudad, que ha sido editado por Bardos Cultural, muestra estas diferencias entre ambos ayuntamientos y en la documentación que la entidad ultima para su publicación con motivo del centenario de la anexión se recuerda que los límites geográficos eran confusos, «las divisiones estaban hechas de forma caprichosa y en algunos casos caciquil, sin respetar las divisiones eclesiásticas que había ni lo que serían territorios naturales».

Los 46 marcos de piedra

Sin embargo, en lo que acabaría siendo el primer paso para la futura anexión, durante junio de 1890 quedaron fijados los lindes entre ambos términos municipales mediante la colocación de 46 marcos de piedra en puntos estratégicos. Para ello, se habían constituido dos comisiones formadas por los responsables de ambos ayuntamientos y encabezadas por sus respectivos alcaldes, José Marchesi Dalmau, de A Coruña, y José Sánchez Seoane, de Santa María de Oza.

El primero de dichos marcos de piedra estaba colocado en la playa de San Roque de Afuera. El linde seguía hacia el monte de Santa Margarita, dejando Peruleiro en la parte de A Coruña y A Gramela y Ventorrillo en la de Oza. En el mencionado mapa aparecía cerca de esta zona una anotación: «Gran parque en proyecto» que llegaría hasta el lugar donde hoy está el estadio de Riazor. Desde el Ventorrillo, la línea divisoria seguía una línea quebrada hasta llegar al cauce del río Monelos, que era entonces una frontera natural entre los dos municipios hasta llegar al mar. Ya en esa época, en la que aún no estaba construido el puente de A Pasaxe, había una embarcación que hacía el servicio entre Santa Cristina y Oza. Para Temprano, «Oza aportó más de tres kilómetros de costa para que A Coruña ampliase los muelles portuarios hasta llegar al Pasaje y hoy en día solo tenemos acceso al mar en dos ridículos puntos como son a la barra de las Jubias y a un arenal artificial llamado Oza a través de un también ridículo paso elevado».

La diferencia entre el vecindario de ambos ayuntamientos no era solo numérica: la población de Oza era de origen humilde y como medio de vida se dedicaba a la agricultura y la ganadería, mientras que A Coruña era urbana y recibía en los años previos a la anexión a quienes habían emigrado a las colonias de América que regresaban tras la pérdida de las mismas después de la guerra de Cuba. Eran personas que volvían con muchos de sus bienes. Una prueba de la repercusión de la llegada a la ciudad de gentes con fortuna era un anuncio de la época que figura entre la documentación de Bardos: «Marinedinas. Chalets para ricos en las tierras de Oza». En esos momentos en la zona de Garás se pagaba por algunos terrenos 95 pesetas.

Otra curiosidad de la época es que fue precisamente en Oza donde estuvo el primer equipo de fútbol de la ciudad, el Club Coruña, fundado en 1903 y que jugaba en el primer campo de fútbol de la ciudad.