Masiva participación en un variopinto desfile que contó con varios grupos de la comarca
19 feb 2012 . Actualizado a las 07:05 h.Decenas de mosqueteros entraban en la plaza de María Pita, formando la comparsa Pantaleón, cuando la plaza de Orense todavía estaba llena de comparsas y otras seguían esperando turno de salida a lo largo de la avenida Alférez Provisional. Era el desfile de la crisis que registró ayer una masiva participación con 53 comparsas participantes, algunas de ellas con decenas de integrantes. Estaban desde las ya clásicas Os Maracos, Monte Alto a Cien o Batuki, hasta otras con cuidadas coreografías como la de las bailarinas (no necesariamente mujeres todas ellas), que armadas con aspiradoras rendían homenaje a Freddy Mercury. También destacaba la presencia de las procedentes de municipios del área metropolitana como Os Parados de Mera, de Oleiros; Bribes Salon, de Cambre; o Nogueirosa III, este últimos llegados desde Pontedeume.
Las alusiones a la crisis motivaron a un buen número de comparsas, algunas con metáforas como la congelación y otras muy directas como una ambulancia con enormes tijeras a ambos lados. También había un busto de Rajoy que iba acompañado de las tijeras de los recortes, un montaje de Os Maracos, todos ellos vestidos con mantilla y peineta, que además simulaban una vieja televisión sobre la que el habitual toro era de «Soborne».
A algunos de los cientos de niños que estaban entre el público les asustaron los trogloditas que encabezaban el desfile, mientras el paso de varias comparsas de fantasía también sorprendía e incluso arrancaba aplausos a su paso.
En un balcón de la Casa Paredes y ataviados con togas y birretes universitarios estaban los componentes del jurado encargado de conceder los premios en los apartados de carrozas y de vestuario.
Aunque una vez iniciado el desfile los vehículos siguieron circulando por Alférez Provisional, los agentes de la Policía Local tuvieron abundante trabajo, puesto que en un principio el paso de los disfrazados iba a comenzar coincidiendo con la entrada al partido de fútbol de Riazor; el retraso en el inicio del desfile facilitó el trabajo de los agentes, aunque fueron inevitables algunas retenciones.
El galardón para la mejor carroza participante en el desfile fue para la denominada Brivesly Hills - Salón del Oeste, seguida de Os subterráneos - Case 101, y de Mar y Quitas. En cuanto al apartado de vestuario, los premios fueron para Os carralláns de Santiago, Tarde, mal y a rastro-Chicas minifalderas y Pantaleón Mosqueteros. La entrega de estos premios tuvo lugar en la plaza de María Pita, antes de la amenización musical a cargo de la orquesta Charleston Big-Band y de una sesión de fuegos artificiales.