
«La huerta de A Coruña» pasó a formar parte del municipio coruñés, tras un largo y polémico proceso
14 mar 2012 . Actualizado a las 19:58 h.«A todos los que la presente vieren y entendieren, sabed: que las Cortes han decretado y Nós sancionado lo siguiente: Artículo 1º. Se agrega al término municipal de la Coruña (sic) el de Santa María de Oza». Esto decía el 13 de julio de 1912 la Gaceta de Madrid (ahora Boletín Oficial del Estado) en un texto fechado dos días antes y encabezado por «Don Alfonso XIII por la gracia de Dios y la Constitución, Rey de España».
Era la anexión de otra Oza, la de Santa María, engullida hace ahora cien años por A Coruña que entonces tenía 8 kilómetros cuadrados, tres veces menos que los 24 de Santa María de Oza.
El porcentaje era notablemente inverso en la población, con casi 50.000 vecinos coruñeses frente a unos 9.000 residentes de Oza.
Con aquella decisión de las Cortes concluía un largo y polémico proceso de fusión de más de dos décadas entre un municipio urbano, como el coruñés, y otro rural donde «la población es mayormente de condición humilde y se dedica a la agricultura y la ganadería, es la huerta del Ayuntamiento de A Coruña», apuntan desde Bardos Cultural, la entidad de A Gaiteira que lleva un cuarto de siglo recuperando y reavivando el espíritu de Oza.
La fusión entre A Coruña y Oza, junto con la absorción de Serantes por parte de Ferrol el 23 de enero de 1940, son los dos únicos casos de fusión de ayuntamientos que tuvieron lugar en la provincia coruñesa durante el último siglo. Al año siguiente de la de Serantes, sería el de Vigo el que absorbería al de Lavadores. Y ahí terminó la tendencia anexionista, que dio paso en los años ochenta a las segregaciones: Cariño de Ortigueira, Burela de Cervo y A Illa de Arousa de Vilanova.