Cree que usar el vehículo privado para ir a trabajar es un error, y que es precisa una mayor coordinación entre concellos
31 mar 2012 . Actualizado a las 07:07 h.Ver como su barrio se iba llenando de coches y carreteras donde «ya no se podía jugar con el balón», y cada vez había más atascos, fue uno de los motivos que llevó al arquitecto Roberto Pardo (Venezuela, 1973) a llevar a cabo una tesis sobre La construcción del territorio urbanizable, tráfico y movilidad en el área urbana de A Coruña (que incluye los nueve concellos más próximos). En su trabajo apuesta por un ente que coordine todo el transporte público en esta extensión supramunicipal.
-¿Qué conclusiones aporta su trabajo sobre la urbanización y el transporte en el área urbana coruñesa?
-La primera conclusión es que el crecimiento cuantitativo del área urbana ha sido de veinte veces desde el año 1957, y el crecimiento poblacional no ha llegado al doble. Es decir, el consumo de suelo ha sido desproporcionado y este consumo de suelo se produce principalmente por la posesión de vehículo privado, que posibilita el acceso a un territorio anteriormente poblado.
-Es decir, ¿disponer de coche ha provocado el crecimiento de la comarca?
-Claro. Sin el coche, la ciudad hubiera llegado al fondo de la ría, porque existe un continuo urbano hasta O Temple, A Barcala, O Burgo y Perillo, pero no más allá. Ese continuo existe y existiría, pero es un continuo al que tiene que llegar el transporte público. Se tiene que actuar de manera coordinada y aprovechar la vía del ferrocarril como transporte de cercanías en la estación de Betanzos y O Burgo, que tienen que ser servidas con acceso peatonal, para bicis y autobuses.
-¿Eso permitiría reducir los atascos en la ciudad?
-No se puede luchar contra el vehículo privado. Para que esto funcione la avenida de Alfonso Molina tiene que estar llenita, no digo muy colapsada, pero un mínimo de colapso favorece al transporte público.
-¿Por qué?
-Porque en el momento en que se circule bien por Alfonso Molina, la gente volverá a utilizar el vehículo particular. Es lo que pasa en ciudades como París, que tienen unos sistemas de transporte bestiales, pero las avenidas principales siguen estando colapsadas.
-Para ello se necesita una estación intermodal. ¿Es San Cristóbal una buena ubicación?
-Todos los indicios y análisis hacen que la respuesta más lógica sea que la estación intermodal esté en el centro de la ciudad, pero no como estación intermodal propiamente dicha, sino que exista una continuidad entre San Diego y Palexco. Es necesario que exista esa continuidad viaria y por ferrocarril, que ya la hay, lo único que hay que hacer es adaptarla.
-¿Qué es necesario hacer para que esto sea posible?
-Primero tiene que haber un ente de transporte público que sirva para gestionar y para coordinar los distintos medios de transporte. Y luego, a nivel político, un ente que reúna a los principales ayuntamientos implicados en este tema, con una coordinación tranquila.
-Existe ya el transporte metropolitano, ¿no vale para esto?
-Es una tarta que se pone sobre otra tarta. Está muy bien y se ha visto que ha crecido, pero ha crecido para el mismo sector de población: para las personas mayores, las que no tienen carné y para los jóvenes. El transporte público es subsidiario, no es competitivo, porque compite entre sí, y no existe la suficiente información. Más que no existe, la información es nula. En algunas ciudades solo usan el coche los fines de semana, pero usar el coche para trabajar es un error.