Los forenses afirman que el parricida de Paderne no está loco y buscaba hacer mucho daño

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

BETANZOS

Según los médicos se trata de un individuo con «una personalidad histriónica y teatral» que «siempre quiso llamar la atención»

04 jul 2012 . Actualizado a las 11:55 h.

José Luis Deus se internó con su coche en un monte de Paderne, se sentó en el asiento de atrás junto a su hijo de 14 meses, abrió la espita de una bombona que había comprado la víspera y encendió un mechero después de telefonear a su exmujer para decirle que se iba a matar. Cuando sintió en su piel el calor de las llamas, salió del vehículo y dejó al pequeño dentro. Quemándose. Pues bien, quien hizo eso no está loco ni había caído preso de una enajenación mental transitoria. Este vecino de Betanzos «sabía perfectamente lo que hacía; quería hacer el mayor daño imaginable y lo hizo». Quien afirma esto es uno de los médicos forenses que lo examinaron. Vinieron a decir lo mismo el psiquiatra de la prisión de Teixeiro y la psicóloga del Instituto Médico Legal.

Los médicos forenses afirmaron en la segunda sesión de juicio que se sigue contra este hombre que se trata de una persona totalmente normal. Si tiene algo «es una personalidad histriónica y teatral», un individuo que «siempre quiso llamar la atención». José Luis Deus, según contaron, era una persona a la que le gustaba decir que se iba a quitar la vida. Tanto es así, que el médico sospecha que los dos intentos que tuvo no eran más que engaños, que «el que quiere matarse de verdad lo consigue a la primera».

El psiquiatra de la prisión de Teixeiro recordó que al procesado se le quitó del programa de riesgo de suicidios, pues no veían peligro alguno de que lo llevase a cabo. Por su parte, la psicóloga del Instituto de Medicina Legal explicó que José Luis Deus, «no se siente responsable de lo que hizo, sino que culpa a los demás», personalizándolo en su exmujer.

Sobre las heridas que presentaba el acusado en brazos y rostro, indican dos cosas, según los forenses. La primera, que sí es cierto que se produjeron en un intento final de salvar la vida al niño. Y segundo, que si el procesado hubiese estado en el coche, tal y como él declaró, «estaría muerto con una seguridad del cien por cien».

A la abogada de la defensa no le gustaron las «opiniones» de los forenses e insistió en que su cliente sufre un trastorno límite de la personalidad.

La exmujer del procesado relató que desde que nació su hijo, ya en el propio hospital, José Luis Deus no hizo más que amenazarla con quitarle al niño -el lunes, el procesado declaró que la madre maltrataba al pequeño y se drogaba-. La mujer negó esas acusaciones y recordó que el día de los hechos la acosó a llamadas. Y en la última le confesó lo que iba a hacer.

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