
Unas 1.500 personas arroparon a la Virgen de los marinos en un acto en el que se le pidió ayuda para salir de la crisis
16 jul 2012 . Actualizado a las 12:12 h.Al contrario que el año pasado, esta vez la Virgen del Carmen pudo salir al mar sin problemas. Frente a la incesante lluvia de aquel día, ayer un sol radiante la acogía en su partida desde el Puerto de la Batería. Escoltaba por varias embarcaciones engalanadas con decenas de banderas, navegó hasta el muelle de Oza. Luego, al Parrote. Y, finalmente, volvería al templo de San Jorge. Todo, en aroma de fiesta y celebración. Con bombas de palenque y «vivas» a la Virgen del Carmen dichos a voz en grito.
Finalizaba así el acto que este año se adelantó un día a su fecha para poder hacerlo coincidir en domingo. A las doce se celebró la misa solemne. Y a las seis se había fijado la salida en procesión. Se retrasó unos minutos, hasta que los tambores y cornetas dieron el aviso. Ocho costaleros de la Cofradía del Carmen y la Aurora se encargaron de transportar la imagen. Lo hicieron desde la iglesia de San Jorge hasta el muelle, pasando por San Nicolás, la calle Real y el Cantón Grande.
En el puerto, aguardaban las autoridades militares y eclesiásticas, así como la Coral del Club de Pescadores de la Casa del Mar. Dirigida esta por la soprano Lis Teuntor (la artista hispano-cubana que participó en el concurso Popstars en el 2002), cantaron la Salve Marinera, secundada por muchos de los presentes. Acto seguido, el presentador cedió el micrófono al comandante de navío de Ferrol, Alejandro Mackinlay, quien en nombre de la Armada realizó su ofrenda, llena de referencias a la crisis económica.
«Vivimos unos tiempos llenos de incertidumbres y dificultades que bien se podrían comprara con el temporal que no calma», dijo el marino. «Le quiero pedir por ello a nuestra señora esperanza, sin la cual resulta imposible enfrentar el futuro con éxito. Le pido a nuestra patrona, más que nunca, que nos otorgue la sabiduría, la fortaleza y el aguante imprescindible para llegar a aguas tranquilas, más allá de la tempestad».
En la misma línea se pronunciaron el resto de los intervinientes. Es el caso del presidente de la cofradía, Benito Ces, que apeló a la ayuda para «este momento de crisis económica y moral». Antes de emprender la travesía, Lis Teuntor interpretó el Ave María de Schubert.