La Xunta dice que las obras del castillo de Fontán son ilegales

Toni Silva SADA / LA VOZ

A CORUÑA

Los técnicos temen que la barandilla podría dañar las troneras del castillo de Sada.
Los técnicos temen que la barandilla podría dañar las troneras del castillo de Sada. César Quian< / span>

«As varandas resultan prexudiciais e inconvenientes», señala el informe

21 sep 2012 . Actualizado a las 07:01 h.

El acondicionamiento del castillo de Fontán, en las afueras de Sada, no cumple las normativas establecidas por el Gobierno autonómico. Las obras ejecutadas en el año 2008 durante el mandato de Abel López Soto han sido declaradas ilegales por la Comisión Territorial do Patrimonio Histórico da Coruña, que da incluso un paso más allá: la intervención realizada es incluso «ilegalizable», según se desprende del informe emitido después de que el Ayuntamiento intentase adaptarlas a la legalidad. Entre otras irregularidades, la Xunta destaca que «a colocación de varandas que se achegan ata o mesmo bordo do castelo resulta prexudicial e inconveniente, polo que non son susceptibles de legalización». Los técnicos sospechan que dicho elemento podría dañar las troneras de la fortaleza, para cuya localización en la Xunta aún están pendientes del estudio arqueológico.

Las obras nacen de la Fundación Arao, que contribuyó con casi 50.000 euros al Concello de Sada para desarrollar un proyecto después de la tragedia del Prestige. El gobierno local de entonces, formado por el BNG y el PSOE, remitió su plan a Patrimonio para destinar el dinero de Arao en la rehabilitación de Fontán. Pero meses después, la Xunta lo considera desfavorable. No obstante, cuando lo notifica al Concello ya no está Abel López Soto como alcalde, sino Ramón Rodríguez Ares. El equipo del histórico regidor realiza un segundo intento y la Xunta lo rechaza de nuevo. Así, el proyecto cae en el olvido, llegando incluso a solicitar a la Fundación Arao un cambio en el destino de la subvención.

Una vez que el BNG recuperó el bastón de mando, el proyecto de Fontán fue resucitado y ejecutado, si bien en la Xunta no consta la petición de un nuevo permiso.

Comprado por el Concello

«No 2003 mercamos para o Concello esa finca colindante que era dun particular e había un peche no que se ía poñer unha vivenda prefabricada», recuerda Abel López Soto, quien asegura que la obra se ejecutó en su segundo mandato «seguindo sempre o que nos dicían os técnicos. ¿Que Patrimonio enviou un informe negativo? Nós xa non estabamos daquela no Concello», recuerda el edil nacionalista en referencia al 2004. «Se agora hai algún problema, que llo digan ao goberno local e que o cambien. A min non me gustaba a varandilla, pero os técnicos recomendábana. Estráñame que non digan nada dos coches que alí aparcan».