Un colegio de educación especial sin fisioterapeuta, sin bedel y con pocos cuidadores

Noelia Silvosa
Noelia Silvosa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

El AMPA del María Mariño llevó esta mañana al registro una carta pidiendo al alcalde que intervenga para mejorar la situación del centro

08 nov 2013 . Actualizado a las 22:18 h.

El AMPA del CEE María Mariño se cansó de esperar. Tras seis meses poniendo en conocimiento de la Administración la situación del centro Ángel Garmendia, presidente de la entidad, y Eva Ramil, vicepresidenta, se presentaron esta mañana en el Ayuntamiento para entregar en el registro municipal una carta dirigida al alcalde. En ella le informan de las deficiencias del centro, apelando a él como máximo representante de la ciudad. Asimismo, entregaron a todos los grupos de la oposición otras misivas adjuntando documentación.

Garmendia aseguró que el centro «no dispone de fisioterapeuta», así como añadió que este profesional sí existe en la plantilla de los otros centros públicos de Ferrol y Santiago. Algo que el AMPA califica como un agravio y una discriminación para el alumnado del María Mariño. Una situación que se mantiene desde que se produjo la segregación entre este colegio y el antiguo Santiago Apóstol, que está regulado por Benestar y que sí que cuenta con esta figura.

También solicitan el aumento del personal cuidador. Son cinco los profesionales que desempeñan esta tarea actualmente en el colegio. Cinco personas para 46 niños de los cuales 9 se mueven en silla de ruedas, 14 padecen escasa movilidad y 23 necesitan supervisión en todo momento. Además, 14 niños con cierto grado de discapacidad reúnen los requisitos previos para llevar a cabo un programa de control de esfínteres. Otros tantos necesitan ayuda para vestirse y asearse. En lo relativo al comedor, 8 alumnos tienen graves dificultades para tragar líquidos, ingerir y masticar, y 24 tienen dificultades tales como el rechazo general al menú o a determinados alimentos, el uso de los cubiertos o lentitud excesiva.

Otra de las demandas de los padres y madres del CEE María Mariño es la figura del bedel. Según Garmendia, «es el único colegio público de la ciudad que no tiene uno». Ramil manifestó que «nadie pide que nos traten de una manera especial por tener hijos especiales, solo queremos que nos den lo que nos corresponde y que nuestros hijos adquieran aprendizajes que les queden para el resto de su vida». Además, Garmedia anunció que darán un plazo de respuesta y, de seguir sin recibirla, piensan recoger firmas, acudir al Valedor y tramitar una pregunta parlamentaria.

Por otro lado, la CIG señala que en el Centro de Atención para Persoas Discapacitadas Intelectualmente (CAPD) de A Coruña vive una particularidad que no ocurría cuando eran el Centro de Atención e Educación Especial Santiago Apóstol. Y es que afirman que las educadoras y cuidadoras atienden tanto a niños como a niñas, mientras que los educadores y cuidadores solo atienden a los niños. Por lo tanto, el centro denuncia que los alumnos son atendidos en función del sexo de los trabajadores, empleando «un criterio discriminador».