Los contratos de la basura y de la grúa no son los únicos que son deficitarios en A Coruña. El suscrito con la Compañía de Tranvías también lo es desde hace décadas, gracias a un acuerdo rubricado en 1986 y que fija el criterio para subir los precios cada año hasta el 2024.
Ese acuerdo, que pronto cumplirá 30 años, supone, entre otras cosas, que a mayor número de viajeros, más paga el Ayuntamiento a la empresa. La fórmula polinómica con la que se calculan las subidas contempla que un 55 % del peso porcentual del incremento se vincule a los costes de mano de obra, otro 12 % al alza de los carburantes y un 10 % más a la amortización de vehículos. En función de esas variables aumenta la partida que ha de pagar el consistorio.
En los dos últimos ejercicios, la empresa renunció, sin tener por qué hacerlo, a incrementar el precio del billete según la fórmula pactada, reduciendo así voluntariamente sus beneficios tras alcanzar un acuerdo con el gobierno local.
Con todo, las arcas públicas aportarán 7,5 millones de euros en el 2014 a la firma, cantidad con la que subvencionan las tarifas reducidas, como el bonobús social.
El autobús ha subido prácticamente todos los años en al ciudad. En los cuatro años del bipartito, recuerdan desde el gobierno local, lo hizo en 19 céntimos. El cambio en María Pita no supuso una congelación. Siguió aumentando el coste, aunque algo menos.
El caballo de batalla está en la famosa fórmula polinómica que se sigue aplicando casi tres décadas después de la firma del contrato. Queda otra década más bajo la misma batuta.