Condenado por violar a la mujer a la que quería alquilar un piso

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El casero la encerró en una habitación cuando le mostraba la vivienda

29 ene 2014 . Actualizado a las 09:58 h.

La víctima andaba buscando un piso en el que vivir y le ofrecieron uno que se ajustaba a sus necesidades. El dueño, con antecedentes penales por estafa, la citó para que lo fuese a ver y ya dentro, la violó. Por todo ello, la sección segunda de la Audiencia Provincial condenó a este individuo a una pena de 8 años de prisión como autor de un delito de agresión sexual. Además, se le obliga a indemnizar a la mujer con 12.000 euros por los daños morales causados. Por si fuera poco, se le prohíbe acercarse a ella a menos de 200 metros durante los próximos 12 años.

Los hechos se remontan a noviembre del 2011. En aquellas fechas, según sostiene la sentencia, la víctima quería alquilar un piso. Pero al ser extranjera, de nacionalidad nigeriana, pensaba que muchos dueños le pondrían trabas, así que le pidió a un amigo que llamase él a los propietarios, como así fue. Quedaron el 23 de noviembre. Se vieron en la calle y el procesado le dijo que subieran al piso para enseñárselo. Una vez arriba, el hombre, según la sentencia, le propuso mantener relaciones sexuales. Como la mujer le respondió que no, la agarró con fuerza y forcejeó hasta que pudo quitarle parte de la ropa. A empujones la llevó a una de las habitaciones, donde la echó en la cama y la violó. En todo momento, según la denuncia presentada por la víctima, el hombre le tapaba la boca para que no gritara. A consecuencia de la agresión sexual, la víctima sufrió numerosas heridas leves por todo su cuerpo.

La agresión sexual fue brutal, según se desprende de los hechos probados que aparecen en la sentencia, pues el procesado llegó a violarla hasta en dos ocasiones y le obligó a que le hiciera una felación. Cuando terminó, el hombre se encerró en el cuarto de baño para ducharse, momento que aprovechó la víctima para huir de la vivienda y poner los hechos en conocimiento de la policía después de ir al hospital a que le curasen las heridas.

Luego se supo que el procesado ni siquiera era el dueño del piso. Su única vinculación con el mismo es que lo tenía alquilado y lo iba a abandonar.