Alfonso Ocampo emigró con 2 años. Es abuelo, maratoniano y jugó al rugbi
26 abr 2014 . Actualizado a las 14:13 h.Fue de los primeros en inscribirse en el maratón que tendrá lugar el próximo domingo. Una parte de su familia está en A Coruña y le habló de otras carreras que tienen lugar en la ciudad, «pero dijo que a él lo que le interesa es el maratón, no la de los diez kilómetros». Y experiencia no le falta porque corrió el maratón de Praga en el 2007, el de Madrid al año siguiente y el de París el año pasado. En todos ellos, lo mismo que en las carreras de los cien kilómetros de las ciudades francesas de Millau (2008) y Chamonix (2013), sobre el pecho de Alfonso Ocampo Lebedynski lucía siempre una bandera gallega o alguna alusión a su procedencia de A Coruña.
Este maratoniano, que también fue jugador de rugbi entre los años 1976 y 1988, nació el día 2 de marzo de 1960 en A Coruña y con 2 años emigró con sus padres a Francia. Allí sigue, en la ciudad de Annecy, en la Alta Saboya, donde han nacido sus tres hijos, dos gemelos y una chica. «Ya es abuelo», asegura su tío Antonio Ocampo.
Destacan asimismo que, aunque trabaja en una fábrica de automóviles de la Renault, entre sus numerosas actividades deportivas están la de ser monitor de alta montaña y forma parte del grupo de guías que acompaña a los escaladores en las subidas al Mont Blanc. Además, su participación en el rugbi no se limitó a la etapa de jugador sino que posteriormente, entre los años 1990 y 2013, fue entrenador de jóvenes de 14, 16 y 19 años.
Emotivo regreso a la ciudad
En esta ocasión, el regreso de Alfonso Ocampo a su ciudad natal tendrá un carácter muy especial, ya que el pasado 27 de marzo fallecía su padre. «Van a traer parte de sus cenizas para aquí porque ese era su deseo: que una parte de ellas quedaran allí y las otras las trajeran para A Coruña», explican sus familiares, tras insistir en que Alfonso Ocampo nunca se ha desvinculado de la ciudad ni de Galicia.
De hecho, muestran una carta que les acaba de enviar «porque papá no tuvo tiempo de escribirla», empieza diciendo Alfonso Ocampo. En dicha carta, entre otras cosas detalla sus principales actividades deportivas, envía fotografías de su participación en numerosas competiciones y anuncia a sus familiares que les comentará personalmente los detalles de dicho fallecimiento. Este deportista expresa asimismo un deseo: «Espero estar bien cuando corra el maratón de mi corazón y de mi tierra, que Dios me dé la fuerza para mí y para toda la familia».
Los parientes de Ocampo justifican que a veces en dicha carta hay palabras cambiadas o escritas de forma que no serían totalmente correctas en castellano y «esto es porque él habla habitualmente francés y le cuesta escribir en español». Era algo que hasta ahora lo hacía su padre.
Alfonso Ocampo ha contagiado su afición a las pruebas atléticas al menos a uno de sus hijos. Y no solo la pasión por correr sino su vinculación con la tierra de su padre, ya que en algunas de las pruebas aparecen ambos preparándose para competir y con la bandera gallega.
Ocampo tiene previsto llegar a la ciudad el próximo sábado, el día antes de que se celebre el maratón en el que está prevista la participación de más de tres mil participantes. Será, sin duda, una carrera muy especial para este maratoniano de corazón coruñés.